Feb 17, 2019 08:18 UTC

Cientos de miles de personas han salido a las calles en Cataluña para rechazar el enjuiciamiento a los líderes independentistas.

Partidos y asociaciones catalanes congregan a una inmensa multitud para protestar contra el juicio a los responsables del intento independentista de 2017.

“Apelamos a todos los demócratas españoles para que no cedan ante la extrema derecha. No permitáis que los intolerantes se apoderen de la política y las instituciones”, ha declarado en la marcha con vistas a la convocatoria electoral de abril Marcel Mauri, vicepresidente de la asociación soberanista Òmnium Cultural, citado este mismo sábado por distintos medios de la prensa local.

Òmnium era uno de los principales convocantes de la manifestación que, con el lema La autodeterminación no es delito, han abarrotado la Gran Vía barcelonesa con 200 000 personas, según la Guardia Urbana local, o 500 000 de acuerdo con los organizadores, para protestar por el juicio abierto esta semana a los líderes del proceso independentista de 2017.

En la cabecera de la marcha han estado las máximas autoridades del govern autonómico catalán, la Generalitat, como el presidente Joaquim ‘Quim’ Torra, el vicepresidente Pere Aragonès, el presidente de la cámara regional, Roger Torrent, y la portavoz del govern, Elsa Artadi.

Torra ha advertido en declaraciones al inicio del acto masivo de que “no se puede gobernar el país contra Cataluña”, ha pedido atención internacional al “clamor del pueblo” catalán y ha dicho que los independentistas están “hartos de tener presos políticos y exiliados”.

En la manifestación ha sido multitudinaria la presencia de banderas estelades independentistas y lazos amarillos —en señal de solidaridad con los juzgados—, así como de carteles, algunos de ellos en inglés, con consignas como “Libertad presos políticos”, “Nos juzgan a todos” o “Queremos a nuestro gobierno en casa y libre”, entre gritos de “independencia” y “unidad”.

Esta última reclamación va dirigida a los dirigentes de las distintas formaciones políticas independentistas, que han ido distanciándose desde el fracaso de la secesión, hasta materializarse la ruptura en enero al anunciar el partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) su decisión de concurrir por su cuenta a los comicios municipales de mayo.

Las últimas encuestas realizadas en Cataluña sugieren que las fuerzas separatistas conservarán su ligera mayoría en el parlamento autonómico, con ERC en primer lugar, seguido de los antisecesionistas Ciudadanos, mientras los sucesores de la antigua Convergencia y Unión (CiU, por sus siglas en catalán) siguen sin saber si acudirán unidos o separados en Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) y Llamamiento Nacional por la República (La Crida, en catalán).

 

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