Mar 09, 2021 09:53 UTC

Pars Today-Hoy coincide con el aniversario del martirio de una gran personalidad quien empezó su misión como Imam en una de las más difíciles épocas y sufrió muchos dolores y dificultades durante su valiosa vida.

Un Imam que, con su sin extraordinaria resistencia y paciencia, en la situación más crítica de la sociedad, nos enseñó las mejores lecciones de vida. Los seguidores de la familia del gran profeta del Islam, El Hazrat Mohamad (P), toman ejemplo de la vida y el comportamiento de este Imam para alcanzar la cima de la felicidad.

 

Expresamos nuestras condolencias por el aniversario del martirio del imam Musa Kazim (P) y esperamos que nos acompañen durante este programa, preparado con motivo del aniversario del martirio de este  Imam, el séptimo Imam de la infalible generación del gran profeta del Islam.

 

Durante la vida de este gran Imam, gobernaban dos de los más poderosos califas de Bani Abbas, Mansur y Harun. El reino islámico se había extendido debido a las nuevas conquistas, y los abundantes botines y propiedades aumentaban el poderío de la monarquía Abbasí. Por otro lado, algunas de las corrientes perceptuales e ideológicas desviadas se difundían rápidamente. En tal condición, la mente de la gente se estaba llenando de contradicciones que dañaban la consciencia islámica y política de la gente. Los gobernantes se aprovechaban de la negligencia del pueblo para aumentar su dominio. Este ambiente oscuro de la comunidad islámica en la era de Imam Kazim obstaculizaba las actividades de los eruditos para extender las puras enseñanzas islámicas.

 

Al respecto, el Líder de la Revolución islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en una descripción de la difícil época que le tocó vivir al  Imam Kazim (P), afirmó que en ese entonces, incluso los poemas, las artes la, jurisprudencia, los dichos y otras expresiones estaban al servicio de los líderes del poder, de tal forma que complementaban su poderío y su riqueza. El califa de turno no pasaba por alto la influencia  profunda y creciente del llamado de la familia del Profeta. En esa época, lo único que podía hacer que continuase la lucha y el movimiento intelectual y político de la familia del Profeta (P) y sus verdaderos compañeros era el incansable esfuerzo de estas mismas personas y mantenerse bajo Taqiya (ocultación)”. De esta manera se reveló la impresionante  grandeza de la lucha de Imam Kazim (P).

 

Los dolores y las tristezas del Imam Musa Kazim, en comparación con los otros imames, tras el suceso de Karbala, fueron más fuertes. Este gran Imam pasó todo el periodo de su liderazgo en exilio o en la cárcel, pero, con todo, gracias a su dinamismo, realizó amplias actividades, alcanzando dirigir muchos corazones hacia la fuente de la felicidad, incluso en las más difíciles situaciones.

 

El Imam Kazim asumió el liderazgo de la comunidad mientras era joven y cuando Mansur Abbasí, el entonces califa, se encontraba en el auge de su poderío y mantenía una gran enemistad con la familia del Profeta. La política común de los califas abasíes se destacaba por la matanza y la tortura de los seguidores de la familia del Profeta.  Mansur había asesinado a muchos seguidores, personalidades prominentes y miembros de la familia del Profeta y había dejado sus cadáveres en un lugar desconocido, descubierto tras la muerte de ese califa. El Imam Kazim, desde el inicio de su imamato, que coincidió con el califato de Mansur, estuvo bajo la más estrictas supervisión, de tal modo que los seguidores de la familia del Profeta, tras el martirio del Imam Sadiq (P), enfrentaban muchas dificultades para visitar al Imam Kazim. Este Imam enfatizaba que los creyentes debían seguir el camino de Taqiya. Les decía lo siguiente: “Si se enteran de que ustedes escuchan mis palabras y mis enseñanzas y están en contacto conmigo, les matarán, entonces tengan cuidado y manténganse en Taqiya (ocultación)”.

A pesar de las restricciones, el Hazrat Kazim enseñó muchos preceptos a los interesados. A este respecto, Seyed bin Tavus dijo: “Un gran número de chiíes y seguidores del Imam acudían a él para tomar sus  valiosas palabras y este respondía todas sus preguntas”.

 

Este Imam, al igual que sus antepasados, gozaba de mucha sabiduría y educó a muchos eruditos. El Imam Kazim, sobre un plan integral y práctico para la vida ha dicho: “Durante la vida, intenten vivir su tiempo en cuatro partes: una, dedicarla a rezar, otra, a esforzarse por ganar dinero lícito, la tercera, a comunicarse con sus seres queridos y las personas confiables y que sean verdaderamente honestas de tal modo  que les digan cuáles son sus defectos y, una cuarta, a disfrutar y agradecer, esta última es posible siempre y cuando pasan las otras tres”.

Con esta división, entendemos que, al contrario de Las escuelas aparentemente místicas que califican de repugnante y odioso el mundo, la escuela del Islam plantea un bello plan para la vida mundana. Un programa que atiende tanto a este mundo y sus placeres como al otro mundo. En este sentido, hay otro dicho del Imam Kazim que dice: “Cumplan con sus requerimientos de este mundo de forma lícita, sin perjudicar su  dignidad y no sean excesivos en utilizar este beneficio lícito; pues se dice que quien deje el mundo por la religión o deje la religión por el mundo, no se encuentra en el camino del Islam”.

Sí, las aspiraciones y los deseos internos son realidades irrefutables y estas necesidades, desde el aspecto religioso, se dividen en dos partes: lícitas e ilícitas. Si se opone totalmente a estas demandas, como creen los defensores de la auto represión, se debe tener en cuenta que un alma reprimida no podrá cooperar en asuntos religiosos. El Imam Kazim recomienda al hombre dar una respuesta positiva y calculada a sus deseos lícitos para allanar el camino hacia la realización de los asuntos religiosos.

El Imam Kazim (P) pasó un largo tiempo, entre 7 hasta 10 años en diferentes cárceles de Harun. La última vez que este Imam estuvo  prisionero sufrió muchas molestias. En esa oportunidad, estuvo en una prisión de muchas mazmorras regentada por Sindi Bin Shahek, uno de los más crueles funcionarios en el gobierno de Harun, que se ensaño contra este Imam. En una parte de la carta de peregrinaje del Imam Kazim leemos: “Saludos a aquellos torturados en la profundidad de las cárceles y la oscuridad de las mazmorras”.

 

El Imam Musa Kazim, después de 35 años de lucha, encarcelamiento, exilio, de vivir en un ambiente de intimidación, encontrar amigos con dificultad, difundir las órdenes divinas bajo la represión del aparato gobernante de esos días, fue envenenado el año 183 por Sindi Bin Shahek, por orden de Harun Al-Rashid y martirizado en prisión. Harun, después de envenenar al Imam, para desviar la opinión pública, envió este mensaje: “Dios maldiga a Sindhi ibn Shaçak. Él ha tomado esta medida sin mi permiso”.