Pars Today

Como parte del desespero electoral, la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, ataca a China sin fundamentos, afirma el canciller de Venezuela.

El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ha señalado este sábado en un mensaje en su cuenta de Twitter que “Estados Unidos fabrica mentiras para atacar a China y eso es parte del desespero electoral de Trump”.

Arreaza sostiene que la escalada política, ideológica, diplomática, económica y mediática del Gobierno estadounidense contra el gigante asiático constituye una agresión sin fundamentos contra un país soberano.

Estas declaraciones se producen tras conocerse la noticia de que oficiales estadounidenses entraron a la fuerza al Consulado General de China en Houston, Texas, lo que viola la Convención de Viena sobre relaciones consulares y el tratado consular entre ambas naciones.

Arreaza ha compartido el tuit del embajador chino en Venezuela, Li Baorong, donde denuncia la acometida por parte de oficiales estadounidenses al recinto diplomático de China.

 “Condenamos enérgicamente y responderemos justamente: Oficiales EE.UU. forzaron y entraron en el Consulado General de China en Houston, violan brutalmente la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y el Tratado Consular entre China y # EE.UU.”, ha indicado el diplomático chino.

En los últimos meses funcionarios de la Casa Blanca lanzaron acusaciones contra Pekín por un supuesto ciberespionaje en la investigación de la vacuna contra el coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, y como consecuencia impusieron restricciones de visados y movimientos para diplomáticos y estudiantes de ese país, entre otras medidas punitivas.

Tras la crisis generada en EE.UU. por la pandemia, el inquilino de la Casa Blanca, comenzó a atacar a China, lo cual es visto por algunos analistas como una manera de desvirtuar a la opinión pública de los problemas internos para asegurarse la reelección.

Las dos potencias libran una disputa económica y tecnológica en medio de una nueva Guerra Fría en desarrollo. También se han involucrado en un juego de culpa por el coronavirus y están en desacuerdo en casi todos los frentes, desde las tensiones comerciales hasta el mar del Sur de China, Hong Kong, Taiwán, la región de Xinjiang y la compañía tecnológica china Huawei.

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