Rafael Correa rechaza entregar a Assange a EEUU
El expresidente de Ecuador Rafael Correa rechaza la demanda de EE.UU. de entregar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, para mantener los lazos bilaterales.
Refiriéndose a la solicitud del Congreso estadounidense al Gobierno del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, de expulsar a Assange de su embajada en el Reino Unido, Correa ha comentado este martes en una entrevista con la cadena rusa RT que EE.UU. “no pueden permitir que alguien haya desafiado al sistema”.
“Se creen dueños del mundo, del universo”, dice el exmandatario, agregando que la presión estadounidense corresponde a un “efecto de demostración”.
Correa califica de “represión” las condiciones impuestas a Assange para que pueda permanecer en la sede diplomática de Ecuador. Y pese a que considera extraño que Assange haya tomado acciones legales contra el Gobierno de Ecuador por violar sus “derechos fundamentales y libertades”, reconoce su derecho de demandar al Gobierno de Ecuador ya que es un ciudadano de ese país.
Por otra parte, Correa señala que el fundador de Wikileaks no debería firmar acuerdos con ningún otro país, ya que sería detenido y entregado a EE.UU
El equipo de defensa de Assange dio pasos legales para dejar sin efecto un protocolo aprobado por la Cancillería ecuatoriana para regular la estancia del fundador del portal de filtraciones WikiLeaks, que se encuentra en la sede diplomática desde 2012, por temor a ser extraditado a EE.UU. y ejecutado por filtrar secretos sobre la seguridad estadounidense.
El mencionado protocolo prohíbe a Assange “realizar actividades que pudieran ser consideradas como políticas y de interferencia en los asuntos internos de otros Estados, o que puedan causar perjuicio a las buenas relaciones del Ecuador con cualquier otro Estado, sea cual fuere la forma que se emplee para ejecutar dichas actividades”
La estancia de Assange en la embajada ecuatoriana ya no está asegurada desde la llegada al poder del actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien considera el caso “un problema heredado del anterior Gobierno”, el de Rafael Correa, que otorgó el asilo político al periodista.
