EEUU busca recuperar Venezuela, su antiguo “patio trasero”
(last modified Tue, 07 May 2019 00:37:04 GMT )
May 07, 2019 00:37 UTC

Parstoday- Entrevistador (E): Estimados oyentes en el programa de hoy abordaremos la fallida intentona golpista contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el pasado martes. Para ello, hemos invitado al doctor Libardo Orejuela, profesor y rector de la Universidad Libre de Cali, Colombia.

En contexto, en la madrugada del martes 30 de abril, un grupo reducido de militares liderado por el golpista Juan Guaidó se sublevó y ayudó a escapar de su arresto domiciliario al opositor Leopoldo López. Un poco más tarde, estos dos opositores llamaron a los venezolanos a “salir juntos a la calle” en defensa, dijeron, de los opositores rebeldes. Horas después del anuncio de la asonada, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) informó que se mantenía “firme en defensa de la Constitución y sus autoridades legítimas”. Señor Orejuela ¿podría decirnos cuál es el origen y por qué, según denuncia el Gobierno venezolano, EEUU está detrás de todo esto?

 

LO: Muy bien, ese intento fallido de golpe de Estado corresponde a una serie de intentonas golpistas que el imperio (EEUU) y sectores minoritarios de la sociedad venezolana han venido provocando contra Nicolás Maduro y lo van a seguir provocando. ¿cuál es el origen de esta intentona golpista? Hay una explicación o una razón geopolítica. A EEUU y a la oposición no les interesa la suerte de ese país, lo que le interesa realmente al imperio son los grandes recursos que tiene Venezuela. El ser un país con una de las dos reservas petrolíferas más grandes del mundo, con riqueza en coltán, en riqueza en diversidad natural, eso es lo que fundamentalmente le interesa al imperio: tomarse las reservas petrolíferas de Venezuela y, debido a la misma actividad petrolífera actual de Venezuela, intentan ahogar a países que para ellos están en competencia en el escenario internacional. Esa es la razón de esa intentona golpista.

 

 Además, rompe varios principios del derecho internacional, como el principio de libre autodeterminación de los pueblos y de no injerencia en los asuntos internos de otro Estado y también promueve, como se dice, actividades incluso terroristas en el territorio del Estado venezolano, donde ha habido complots para quitar la energía eléctrica en Venezuela, ha habido pretensiones de corte de agua; es decir, buscan ahogar a Venezuela, repitiendo dos experiencias, primero, la experiencia cubana, que todos conocemos, del miserable e inadmisible bloqueo desde mediados de los años 60. Esa es una experiencia que se intenta repetir, pero también, intentan de otra manera repetir el esquema que se utilizó para derrocar el 11 de septiembre de 1971 al gobierno constitucional (del presidente chileno) Salvador Allende, que comenzó primero con saboteos económicos, en una estrategia donde el actor principal fue la multinacional de comunicaciones llamada la ITP y donde el actor político principal fue la Agencia Central de Inteligencia de EEUU, todo con el objetivo de promover, en primer lugar, el levantamiento de capas medias y, en segundo lugar, el levantamiento de sectores populares ante la carencia de bienes y ante la carencia de servicios. Eso es realmente lo que está explicando el asunto de Venezuela; sin embargo, el presidente Donald Trump olvida que estamos ante un nuevo escenario internacional, que no estamos en la década de los 70, cuando se hizo la estrategia contra Cuba ni a principios de los 70 cuando se aplicó una estrategia frente al gobierno chileno de Allende. Estamos en una época distinta en que el orden político unilateral, en el que ellos (EEUU) actuaban como policías del mundo, se ha derrumbado y hay un orden político multilateral con distintos actores, algunos como la República Popular de China ha llevado ayuda a Venezuela y otros, como la Federación Rusa ha hecho lo propio extendido también al plano militar; de cierta manera, Venezuela es para el imperio la réplica de lo que está ocurriendo en Siria, es decir, (EEUU dice) ‘si en Siria estamos siendo derrotando por actores o políticos distintos que nos están confrontando victoriosamente, nosotros vamos a asegurarnos la parte vecinal’, porque EEUU ha vuelto a revivir —óigase bien— la teoría grotesca del “patio trasero”, que expidió hace tantos años el señor Teodoro Roosevelt, siendo presidente de ese país, al expresar que “desde el río Grande del sur, que marca la frontera entre EEUU y México, hasta la Patagonia, en el sur de Argentina, todo eso es el “patio trasero de EEUU” y uno sabe que en las viejas casas ¿para qué sirve el patio trasero? El patio trasero es la parte descuida, de las basuras, la parte maloliente de una casa. Así ellos (EEUU) tratan a América Latina y consideran que nadie puede tocar ese patio trasero porque les corresponde a ellos y, entonces, aplican la otra teoría correspondiente que es la de James Monroe, según la cual, “América es para los americanos”, pero en realidad debe ser entendida “América Latina para los americanos del Norte”. Ese es más o menos el esquema en que se han movido el asunto de Venezuela, que ha tenido como respuesta —como está en los vídeos, fotos y testimonios—, de grandes movilizaciones en las calles. Cuando la intentona del golpe empezó a desarrollarse con el señor Juan Guaidó a la cabeza, miles, pero miles y miles de hombres y mujeres se movilizaron al Palacio de Miraflores para evitar que el golpe pudiera ser victorioso.

 

E: Señor Orejuela, ahora, Venezuela está en la mira de EEUU, después de esto, ¿podrían seguir otros países de la región?    

 

LO: Es que la estrategia norteamericana es una política muy dura, de recuperación de lo que ellos han planteado como la pérdida de su patio trasero. Llegó un momento en América Latina en que gran parte del subcontinente, donde estaba por ejemplo Argentina, Brasil, El Salvador, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Uruguay, y una parte importante de países de Centroamérica se alejaron de la política exterior de EEUU y, con la llegada del señor Trump, lo que ha hecho es una política de recuperación de lo que ha perdido; entonces, han desestabilizado gobiernos, han emprendido procesos judiciales y, en esa secuencia, han logrado recuperar Brasil, con la llegada del candidato de la gran derecha Bolsonaro a la presidencia de ese país; han logrado también recuperar con Macri lo ocurrido en Argentina, a pesar de la ola de miseria que se ha vertido sobre ese importante país suramericano; de igual forma, han logrado a través de Lenin Moreno recuperar lo que han perdido en Ecuador y les queda, digamos como asuntos incomodos, fundamentalmente Venezuela y Bolivia y lo que intentan hacer en Bolivia lo pretenden hacer de otra forma, pero la punta de lanza, la punta del iceberg, el objetivo principal hoy en la coyuntura, en la práctica, es la recuperación para ellos de lo que han perdido en Venezuela.  

 

E/NL