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Pese a los embargos estadounidenses, el desarrollo de Cuba continúa sin problemas, así resaltó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

“En este año, aún en el ojo del huracán de las adversidades que el enemigo concibió para asfixiarnos, la economía cubana puede crecer ligeramente, gracias a que contamos con potencialidades para resistir y continuar avanzando en nuestro desarrollo”, declaró el sábado Díaz-Canel.

A juicio del presidente cubano, las sanciones de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, pretenden afectar a la industria del turismo y a la inversión extranjera.

La “persecución financiera y la política criminal” de EE.UU. intentan desatar una “compleja situación económica” en la isla, denunció.

“Ninguna política imperial podrá superar nuestra voluntad de ir por más”, añadió Díaz-Canel, subrayando que todos los cubanos deben aprovechar todas las oportunidades que se abren para la economía nacional.

En esta línea, explicó que en el año 2018, una vez concluidos los cálculos y las conciliaciones de los niveles de actividad que determinan el comportamiento de la economía, se alcanzó un crecimiento del 2,2 % del PIB (Producto Interno Bruto), superior al 1,2 % que habían previsto.

Igualmente, declaró que los índices en Salud aumentaron del 1,3 % al 3 % y en el sector de la agricultura, de una caída del 4,9 % a un crecimiento del 2,6 %.

Las sanciones estadounidenses a Cuba, que han comenzado desde el año 1962, se han intensificado desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump en 2017, borrando el acercamiento que propició su antecesor, Barack Obama.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció el mes de junio cambios en el Reglamento de Control de Activos Cubanos (CACR, por sus siglas en inglés), entre ellos destacan restricciones a los viajes educativos grupales de estadounidenses a la isla, así como a la exportación de embarcaciones desde Estados Unidos, medidas que han provocado muchas críticas de las autoridades cubanas.

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