Oct 08, 2019 15:33 UTC

Continúa la ola de protestas en Ecuador contra las medidas de austeridad del Gobierno.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, asegura que las movilizaciones son una maniobra organizada desde el exterior para desestabilizar su Gobierno.

Ecuador sigue siendo escenario de choques entre la policía y los manifestantes, que denuncian las medidas de austeridad del Gobierno. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acusó a los opositores de intentar un golpe de Estado.

Moreno afirma que las protestas son una maniobra orquestada desde el exterior. Acusó a su antecesor, Rafael Correa, y al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de querer desestabilizar su Gobierno.

Desde Caracas, reacciones no tardaron en llegar. El Gobierno venezolano expresó solidaridad con el pueblo ecuatoriano, condenando la represión ejercida contra el mismo.

Desde el pasado jueves, diversos sectores sociales rechazan en las calles y carreteras la cancelación de los subsidios, dispuesta por Moreno, en el marco de un acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a préstamos por 4 mil 209 millones de dólares. La medida generó alzas de hasta 123 % en los precios de los combustibles más utilizados.

El lunes, indígenas se sumaron a las protestas, iniciadas por transportistas. En la capital, Quito, y en varias otras ciudades, la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que siguen bloqueando las carreteras.

Ante la indignación de diversos sectores por la decisión del Gobierno, parece que este quiere hacer oídos sordos a las demandas populares. El Ejecutivo ha sostenido que no dará marcha atrás a su decisión de quitar los subsidios a los combustibles. Mientras, varios miles de indígenas y campesinos siguen llegando a Quito en víspera de una protesta masiva el miércoles, junto a otras organizaciones sociales, como sindicatos.

N/NF/C

 

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