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“Tenemos un plan y no lo vamos a cambiar. No nos van a doblegar los que gritan, porque los que gritan no suelen tener razón”, apuntó el miércoles Alberto Fernández, tres días después de que se registraran varias protestas contra su Gobierno, aupadas por la oposición e incluso alabadas por el expresidente del país Mauricio Macri, donde muchos salieron en plena pandemia a reclamar una supuesta falta de libertades.

 

En declaraciones hechas durante un acto oficial por videoconferencia desde la Residencia Presidencial de Olivos, en el que encabezó la puesta en marcha de obras públicas en varias provincias, Fernández recordó que llegaron al poder con el objetivo de reactivar la economía y hacer de Argentina un país mejor, integrado, inclusivo y con más derechos.

 

 

Fernández aseveró, además, que en el Presupuesto 2021, que se presentará en septiembre, incluirá detalles de su plan, basado en el “desendeudamiento, acumular reservas, tener una moneda competitiva para favorecer la exportación, tratar de equilibrar lo antes posible el desequilibrio fiscal y tener una balanza comercial positiva”.

 

Conforme al mandatario izquierdista, el presupuesto será “realista” y no se fijarán “objetivos falsos, como ocurrió en los últimos cuatro años”.

 

Aprovechó también la ocasión para recordar la caótica situación financiera durante el mandato de Macri, al señalar que recibió en diciembre de 2019 un país que ya vivía una situación muy complicada.

 

Fernández subrayó que logró solventar un problema con los acreedores externos, que obligaban al país austral a pagar 45 000 millones de dólares entre 2020 y 2025.

 

“Dejemos la mentira a los que solo saben gritar”, sostuvo, retomando su rechazo a las protestas del lunes, cuando miles de personas marcharon a lo largo y ancho del país vociferando consignas antigubernamentales, en pro de la “democracia” y en contra de la cuarentena impuesta por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.