Elecciones de Bolivia y el futuro por delante
ParsToday - Tras los avatares políticos en Bolivia en noviembre de 2019, que resultaron en la destitución del expresidente Evo Morales y el nombramiento de Jeanine Áñez como presidenta interina, el domingo se llevaron a cabo elecciones generales en ese país para elegir al presidente de la República y a los miembros del Congreso.
La cadena Telesur informó el lunes, citando a funcionarios bolivianos, que Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) y exministro de Economía de Evo Morales, ha ganado las elecciones presidenciales con más del 52 por ciento de los votos.
El principal rival de Arce fue el expresidente de Bolivia Carlos Mesa, candidato del partido de centroizquierda Comunidad Ciudadana.
Morales, exiliado en Argentina, ya había expresado su apoyo a la postulación de Arce.
Bolivia, que alguna vez fue el país más inestable de América Latina en términos políticos, experimentó un período de estabilidad bajo el entonces presidente Evo Morales, y las recientes elecciones fueron de hecho un intento de revitalizar la democracia y una prueba para medir la satisfacción popular con el desempeño de Morales y el nuevo enfoque que lideró Jeanine Áñez.
En este sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido a los bolivianos que respeten el proceso electoral, especialmente los resultados finales.
Se trata de la segunda edición de las elecciones presidenciales de Bolivia en el último año. Los bolivianos acudieron a las urnas el 21 de octubre del año pasado y reeligieron a Morales como presidente, pero algunos partidos de derecha cuestionaron la veracidad de los comicios, lo que provocó que, en un golpe pacífico, Morales se viera obligado a dimitir y abandonar el país.
Después del derrocamiento de Morales, Jeanine Áñez tomó las riendas del poder como presidenta interina.
Durante este período de tiempo, ella se centró en establecer relaciones con Estados Unidos, de modo que en los últimos 10 meses se intercambiaron visitas entre las autoridades de ambos países.
Áñez también rompió los lazos con Venezuela y adoptó fuertes posturas contra los gobiernos de izquierda en Latinoamérica.
Pese a los cambios políticos de los últimos meses, el pueblo boliviano ha estado descontento con la situación y ha continuado dispersos actos de protesta en el país.
Las elecciones del domingo tuvieron lugar en condiciones en que se habían pospuesto en dos ocasiones por el brote del coronavirus, pero esta vez los participantes acudieron a las urnas respetando el distanciamiento social y usando mascarillas.
Según la legislación boliviana, el candidato que quiere ganar, debe obtener el 50 más el 1 por ciento de los votos, o el 40 por ciento con al menos el 10 por ciento de diferencia con el segundo aspirante. Si ningún candidato cumple con estos requisitos, habrá una segunda vuelta electoral el 29 de noviembre.
Ahora, las noticias indicas que Luis Arce ha ganado al menos la primera vuelta de las elecciones. "Hemos revitalizado la democracia y la esperanza", dijo el político prometiendo formar un gobierno de unidad nacional. Añadió que “Bolivia una vez más está ligada a la democracia; hemos reafirmado nuestro compromiso de trabajar con organizaciones sociales y queremos construir un gobierno de unidad nacional".
La anticipada victoria de Arce ha sido anunciada mientras Salvador Romero, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, ha decidido no dar a conocer los resultados preliminares simultáneamente con el conteo de los votos, ya que quiere evitar la incertidumbre que se creó tras el anuncio de los resultados preliminares de los comicios del año pasado. También ha prometido un recuento seguro y transparente de los votos oficiales dentro de cinco días.
El analista político argentino Gonzalo Fiore Viani ha dicho al respecto que "si hay un traspaso pacífico del poder del gobierno interino al candidato ganador, seremos testigos del respeto de este frente al principio de la democracia". Refiriéndose al antecedente de Luis Arce como ministro de Economía, Viani también señaló que es previsible el mejoramiento de la situación económica de Bolivia de ganar este representante de Morales.
En la actualidad, Bolivia enfrenta problemas económicos tales como inflación, desempleo y corrupción, además de que la pandemia de la COVID-19 ha agravado los problemas económicos y de salud del país; el pueblo espera que con la victoria de los izquierdistas y la continuación de su enfoque en el país, los problemas económicos se resuelvan hasta cierto punto.
Los próximos días serán días cruciales en el traspaso del poder en la nación andina. Está por ver si el gobierno interino, que llegó al poder con la ayuda de los militares y el apoyo de EE.UU. y que ha tratado de perturbar las actividades de Morales y su partido, aceptaría la victoria del candidato de izquierda.
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