Hezbolá rompió falsa leyenda de invencibilidad del régimen sionista
El jefe del Parlamento iraní afirma que Hezbolá rompió “la falsa leyenda de la invencibilidad de Israel” y abrió una nueva página en la historia de la región.
“Hay que considerar, sin exageración, que la ruptura de la falsa leyenda de la invencibilidad del régimen sionista (de Israel) por el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) constituye un hito y una nueva era en la historia de la región importante y estratégica del oeste de Asia”, ha indicado Ali Lariyani en una carta dirigida este miércoles al líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá.
Al felicitar a los combatientes “valientes” de Hezbolá y a la nación libanesa por el 12.º aniversario del triunfo en la guerra de los 33 días ante Israel, Lariyani ha indicado que las recientes victorias ante los “nefastos complots” en Oriente Medio se fundan en la cultura de la Resistencia que se hizo evidente durante la mencionada contienda de Israel contra El Líbano en 2006.
En este sentido, el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) ha precisado que la victoria ante el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), entre otras bandas extremistas que reciben el apoyo de ciertos países occidentales, se ha alcanzado gracias al “sacrificio” de los combatientes de Hezbolá y las fuerzas populares.
Resalta, asimismo, que los mensajes adscritos a estas victorias han sido percibidos por EE.UU. y el régimen de Tel Aviv, de manera que que estos buscan cambiar el curso de los hechos a su favor, adoptando medidas como el traslado de la embajada de EE.UU. a la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), la aprobación de la polémica “ley del estado-nación judío” y la dura represión de los palestinos en la Franja de Gaza.
Lariyani ha asegurado que la política de judaización de Al-Quds, que forma parte del llamado “acuerdo del siglo” entre Israel y Estados Unidos, “está condenada al fracaso” y recuerda que “la resistencia” es clave en la permanencia de Palestina.
El 12 de julio de 2006, los israelíes lanzaron extensos ataques contra el territorio libanés por tierra, mar y aire, so pretexto de liberar a dos de sus soldados. No obstante, gracias a la resistencia de Hezbolá, Israel se vio obligado a retirarse con las manos vacías.
Unos 1200 libaneses, en su mayoría civiles, perdieron la vida en la ofensiva israelí, que duró 33 días. El conflicto finalizó el 14 de agosto de ese año tras aprobar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) su Resolución 1701, que llamaba a los agresores israelíes a respetar la soberanía y la integridad del territorio libanés.
