Discurso de Pompeo; repetición de acusaciones antiraníes y deseos regionales de EEUU

ParsToday – Tras el triunfo de la Revolución Islámica y la instauración de la República Islámica, Estados Unidos, siempre ha continuado con su hostilidad contra Irán en los últimos 40 años. Este enfoque se ha intensificado durante el mandato del presidente Donald Trump, y Washington ha ocultado su deseo de socavar y derrocar a la República Islámica.

Al anunciar la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní (JCPOA, siglas en inglés) y reimponer las sanciones contra Irán, Trump ha entrado en una guerra económica con el objeto de provocar una amplia pobreza y disturbios en este país. Pero, en el aspecto regional y en el marco de la Estrategia de Seguridad Nacional 2017 de EE.UU., la Administración Trump ha desplegado un extenso esfuerzo para

crear coaliciones regionales destinadas a contener a la nación persa e intentar cambiar las políticas y medidas de Teherán en Oriente Medio.

En opinión del analista íraní de asuntos internacionales Seyed Ahmad Hosseini, en el marco de la actual mirada comercial de Washington hacia el mundo, incluyendo Oriente Medio, Irán se ha convertido en un tema clave para impulsar la política de inyección de preocupación y amenaza de Washington.

En este sentido y en un discurso pronunciado el jueves en la American University de El Cairo, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, repitió las acusaciones de Washington contra Teherán e insistió en contrarrestar al país persa y a sus políticos regionales. De hecho en su intento de justificar de forma lógica las decisiones de Trump, como el retiro de las tropas de Siria, Pompeo planteó y magnificó la presunta amenaza de Irán a fin de justificar la actual política de la Casa Blanca en la región, para así, encubrir las contradicciones de la misma. Entretanto, formuló la idea de crear una alianza estratégica regional tratando de animar a los aliados y socios de Estados Unidos -que se preocupan por las decisiones y medidas inesperadas y paradójicas de Trump- sobre la persistencia del apoyo de la Casa Blanca a ellos. Al respecto, afirmó que el repliegue de las tropas en Siria no alterará la misión estratégica de Washington.

Pompeo, expresó su respaldo al retiro de EE.UU. del JCPOA y a la imposición de sanciones más amplias y duras contra Irán afirmando que: mientras Irán no cambie de conducta como un Estado normal, incrementaremos más y más las presiones.

Al parecer, Pompeo ha olvidado que no es la primera vez que Washington opta por sancionar a Irán, ya que siempre ha seguido la política de presión contra Teherán en las últimas cuatro décadas. Pero en lo que se refiere al JCPOA, es Estados Unidos quien con su retirada unilateral y sin razón de este pacto, no solo ha violado la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sino que ha provocado fuertes críticas globales, incluso por parte de sus aliados europeos.

En otra parte de su alocución, Pompeo acusó a la nación persa de desarrollar su influencia regional en la época post-JCPOA. Básicamente, se dice que una de las causas de las penalizaciones ilegales de Washington contra Teherán ha sido privar a Irán de los recursos financieros para impulsar sus políticas regionales. El secretario de Estado de Estados Unidos nuevamente parece haber olvidado la importancia geopolítica y el poderío regional de Irán, así como los apoyos populares a este país en la región, ya que plantea una demanda ilógica e imposible: reducir y cortar la influencia regional de Irán, mientras que incluso los europeos también admiten la influencia regional y el papel irrefutable del país persa en las ecuaciones regionales.

Otro punto que vale mencionar, es la alusión hecha por Trump al esfuerzo de Washington para montar una alianza estratégica regional destinada a contrarrestar a Irán, lo que se persigue en el marco de la idea de una Alianza Estratégica del Medio Oriente (o la “OTAN árabe”). Aun así, este sueño estadounidense enfrenta muchos obstáculos para hacerse realidad.

Entretanto, un vistazo a los esfuerzos anteriores al respecto pone de manifiesto que los socios regionales de Estados Unidos enfrentan muchas dificultades para establecer tal coalición, tales como, los desacuerdos entre ellos mismos y las rivalidades interiores. Pese a las promesas de Washington, aún queda un largo camino para el establecimiento de semejante alianza.