Retos y logros de una Revolución: Irán bajo fuego
(last modified Wed, 06 Feb 2019 07:00:04 GMT )
Feb 06, 2019 07:00 UTC

Saddam Husein invadió Irán en una ofensiva total en septiembre de 1980. Ante la fuerte resistencia del lado iraní, los baasistas recurrieron a las armas químicas.

Se reportaron más de 100 000 víctimas por estos ataques químicos. Las personas, incluidos niños y veteranos de guerra, siguen sufriendo por tales ataques hasta la fecha.

Los baasistas utilizaron sustancias químicas, como el gas nervioso, Mostaza, VX, Sarin y Tabun, contra los iraníes. Estos gases causan asfixia, ceguera, cáncer, esterilidad y discapacidades en el feto.

Los ataques con sustancias químicas no fueron simplemente contra los combatientes, sino que muchos civiles también fueron atacados en ciudades y pueblos al otro lado de la frontera. Lugares como el pueblo de Zardeh, Nudeshah y Sardasht, son solo algunos ejemplos.

El 28 de junio de 1987, las armas químicas iraquíes mataron a 110 civiles y afectaron a otros 8000 en Sardasht. La aldea de Zardeh fue atacada dos días después del alto el fuego del 22 de junio de 1988. 275 residentes fueron asesinados al instante y 1146 más fueron envenenados.

Todo esto sucedió ante las narices de la comunidad internacional mientras Estados Unidos respaldaba en silencio a Irak y evitaba que se hiciera eco de las protestas de Irán, vetando, una tras otra, las resoluciones del Consejo de Seguridad contra el régimen de Saddam Husein.

Christine Gosden, de la Universidad de Liverpool, ha demostrado que 85 empresas alemanas, 19 francesas, 18 italianas y 18 estadounidenses ayudaron a Irak a construir sus ojivas químicas.

¿Quién creería que los Estados que una vez ayudaron a Saddam Husein a adquirir armas químicas se preocuparían hoy por el pueblo sirio?