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ParsToday - Son los primeros días del Año Nuevo persa, Noruz, y han terminado todos los bullicios de los días finales del año anterior. Ahora la calma ha dominado los corazones y la mente de todos, y se puede observar la primavera y los efectos más bellos de la vida y las criaturas más atractivas de Dios.

La cultura de Irán, con una larga data de varios miles de años, el arte de esta tierra, con un mismo historial, ha sido capaz de crear juntos obras sorprendentes que atraen las miradas de cualquier espectador. Las celebraciones nacionales, como los elementos principales de la cultura de cualquier país, son de particular importancia en Irán, y los iraníes siempre están comprometidos a realizar estas celebraciones.

Los artistas iraníes, al registrar y grabar las ceremonias especiales como Noruz, tienen un gran papel en rememorar estas costumbres. Han dado grandes pasos tanto en presentar estas costumbres y rituales a las próximas  generaciones, como introducir su arte al mundo.

Aunque el término Noruz no se había mencionado en las obras escritas de la dinastía aqueménida, pero la existencia del complejo de Persépolis es la mejor razón para celebrar el ritual de Noruz o el Festival de la Primavera. La parte más antigua de Persépolis según los hallazgos arqueológicos, data de 518 a.C. Persépolis no fue la capital del gran imperio Aqueménida, ni la residencia permanente del rey y sus cortesanos. Persépolis fue la capital de las ceremonias y rituales de los imperios aqueménidas en la que se realizaron las fiestas de Noruz y Fiesta de Mehregan (Fiesta de Otoño), donde participaron los representantes de los pueblos del mundo (el mundo más civilizado de ese día). Por esta razón, fue fundado aquel edificio más grande y magnífico construido hasta ese día en la tierra, como el símbolo del paraíso ideal de los antiguos pueblos de este territorio.

Las columnas construidas en forma de árbol, los arcos combinados con motivos de cipreste, nymphaea y flores que se encuentran en diferentes partes, y que representan el surgimiento de la primavera, el cual es calificado por el escritor e investigador persa Mehrdad Bahar como un jardín sagrado con árboles de piedra.

La sorprendente arquitectura de Persépolis, que sorprende a cualquier espectador incluso hoy en día, es una indicación del progreso del arte, la tecnología e industria de los iraníes. El mapa de escaleras, faroles, aguas residuales y todo el complejo de Persépolis es una demostración de la avanzada cultura urbana de los tiempos pasados de Irán.

En la inscripción instalada en el muro sureño de la plataforma de Persépolis en la escritura cuneiforme y antigua persa, han sido escrito  oraciones que se han leído en la ceremonia de Noruz, dirigido a las filas de guardias persas, la aristocracia, las elites persas y de medos y los representantes de otras naciones afiliadas. Cerca de la misma se observa la imagen de una cola de soldados persas y shushi, llevando escudos en las manos, la fila de los nobles e intelectuales persas y de medos  que se levantan de las escaleras del palacio, charlando  entre sí, y las colas de los representantes de las tribus, quienes llevan sus productos originarios, gastronómicos, agrícolas, industriales y artísticos como regalo para celebrar Noruz. Todo eso representa el espectáculo glorioso de esta gran celebración.

De acuerdo con estos documentos históricos y las obras de arte, uno de los requisitos de la celebración de Noruz fue la oración y rezo al Gran Dios para pedir bendición, paz y tranquilidad.

Sin embargo otro lugar, conocido por su hermosa y magnífica arquitectura, como un lugar importante para la celebración de Noruz es Isfahán. Con el traslado de la capital de los safavidas de Qazvin a Isfahán a principios del siglo XI de hégira lunar (siglo XVI cristiano ), fue diseñado el mapa de la ciudad de Isfahán, que incluía la Plaza Naqshe Yahan, junto con palacios, jardines, calles, puentes y mercados. Además, para competir con los palacios de los otomanos y las iglesias de Europa, según la orden del Shah Abas I y sus sucesores, dedicaron especial atención  a la decoración de los palacios Chehelsotun y Aliqapu. La edad de oro de la pintura mural iraní se remonta a la época de Shah Abas I, lo que se observa en la pintura de palacios Chehelsotun y Aliqapu. Las pinturas y figuraciones en la pared de los palacios de la época de Safavida son sin duda los mejores ejemplos de este tipo de arte en Irán, dibujado según el estilo de la pintura de la escuela de Isfahán (por Reza Abasi).

El rey Abas realizó las celebraciones del Año Nuevo 1006 de hégira lunar (1598 cristiano) en el Palacio Aliqapu y lo desarrolló de inmediato. La belleza de este palacio se debía a sus paredes, que, según los turistas, eran de oro desde arriba abajo y estaban decorados con manuscritos ilustrados y coloridas obras.

Según estos dibujos, Isfahán acogió a los delegados de diferentes países mientras en Persépolis asistieron miembros de las naciones afiliadas. La decoración de la mayoría de los edificios de Persépolis es un escenario de eventos históricos, consagración real, recepción y presentación ante la corte real, ejemplos de los cuales se han mostrado en escenas históricas en la decoración de los edificios de la era Safavida en Isfahán. Estas escenas se muestran mediante la pintura en Isfahán.

Estas imágenes muestran una nueva imagen de Noruz y enfatizan en su carácter global.

Noruz es el primer día de la temporada de primavera, y la primavera es la estación del nacimiento y florecimiento del mundo y la naturaleza, y el momento de la transformación del alma y el espíritu humano. Esta temporada también es el momento del florecimiento de la creatividad de los artistas, sobre todo los pintores. La imagen del jardín de la primavera en la pintura persa conocida como "miniatura" en las fuentes occidentales es incluso más hermosa que la verdadera primavera, y los pintores dedican sus ideas puras y románticas a pintar las bellezas de la creación y su Creador.

La descripción de las miniaturas iraníes de la primavera es una descripción paradigmática. Las flores y lozanías pintadas sobre el pedazo de papel son un signo de una hermosa primavera, donde las aves están cantando al margen en los rincones de este paraíso. La primavera en las obras de la pintura persa, es el comienzo de todas las estaciones y el símbolo de la creación de Creador de bellezas. Los pintores a menudo usan esta belleza, junto con las historias alegres, esperanzadoras y, a menudo, románticas de libros literarios que representan un ambiente primaveral. Los cedros largos al lado de las flores son una imagen familiar en la mayoría de las pinturas iraníes que fascinan al espectador de estos jardines y primavera en pinturas iraníes. La pasión de vida, el sentido de la vida y la frescura de la primavera es un lugar agradable y valioso en los colores de las pinturas de los jardines iraníes. En las pinturas de los pintores persas, vemos un pequeño número de otras estaciones o la cara de la naturaleza en el invierno y el otoño. Parece que los ojos de los pintores iraníes solo vieran la primavera.

El “Sofreye Haft Sin”, literalmente el “mantel de las siete eses” es uno de los efectos más notables de Noruz entre las familias iraníes, que ha cambiado mucho y su forma actual, aunque diferente del pasado, está arraigada en las tradiciones iraníes. Pero la imagen de unas personas sentadas al lado del mantel Haftsin para la llegada del comienzo del año nuevo es la memoria colectiva de todos los iraníes. Un recuerdo representado bellamente por Husein Sheij, uno de los últimos estudiantes de Kamal al-Molk (famoso pintor persa), en su tablero bautizado como "Haft Sin". Una imagen que incluso se imprime en libros académicos persas.

Husein Sheij nació en 1289 (1911 cristiano), y desde su infancia, debido a su talento e interés en las artes, bajo la supervisión de Kamal al-Molk, comenzó a aprender pintura. Husein Sheij, más tarde se convirtió en un maestro modesto, desapasionado e íntimo con estudiantes y pintó cientos de tablas y entrenó a muchos estudiantes para que integren la comunidad artística iraní. Murió en 1370 (1991).

Una de las obras eternas de Husein Sheij es  su tablero "Haft Sin", que ha reunido maravillosamente muchos de los símbolos y costumbres de Noruz. Poner el mantel de Haft Sin y sentarse a su alrededor todos, leer el Corán y rezar en los primeros momentos del comienzo del Año Nuevo, y la esperanza en los ojos de cada individuo, es una imagen viva del estado de ánimo de los iraníes en vísperas de Año Nuevo.

En cuatro palabras, se puede decir que las pinturas de artistas iraníes han atraído mucha la atención sobre los efectos emocionales de la celebración de Noruz, así como los aspectos humanos y su importante papel en la creación de empatía y cercanía entre los seres humanos.