Pars Today

“Probablemente [el presidente de EE.UU., Donald] Trump se ha olvidado [...] de la eficacia con que las fuerzas navales de Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) han detenido a las fuerzas agresoras estadounidenses en el Golfo Pérsico, y por eso ahora [nos] está lanzando amenazas”, ha dicho este sábado el subcomandante del CGRI, el general de brigada Hosein Salami.

 

También le ha recordado a Trump la gesta llevada a cabo por los iraníes en la toma de la embajada estadounidense en Teherán, capital de Irán, el 4 de noviembre de 1979.

 

El lunes, el Gobierno estadounidense incluyó al CGRI en su denominada lista de “organizaciones terroristas” extranjeras, tras acusar a dichas fuerzas militares de “financiar y promover el terrorismo como una herramienta de la política”.

 

El alto mando castrense persa, no obstante, ha señalado que “es un honor ser designado como terrorista por parte de una persona como Trump”.

 

La decisión del Gobierno estadounidense ha desatado una gran ola de críticas y condenas tanto dentro de EE.UU. como entre las autoridades iraníes.

 

A modo de respuesta, el CGRI emitió el miércoles un comunicado, en el que aseguró que “dará lecciones inolvidables” a EE.UU. y calificó la decisión de declararlo “grupo terrorista” de otro fracaso más de la Casa Blanca que no hará sino fomentar la determinación de las Fuerzas Armadas iraníes a aumentar sus capacidades.

 

Por su parte, el comandante de la Fuerza Terrestre del Ejército de Irán, el general de brigada Kiumars Heidari, advierte de que con tal medida Washington ha puesto en peligro la seguridad de sus propias fuerzas.

 

Según un informe del diario británico The Guardian publicado ayer viernes, la medida de Trump contra el CGRI es otra de sus decisiones equivocadas —provocadas por las políticas belicistas del secretario de Estado y el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Mike Pompeo y John Bolton, respectivamente—, y sigue en la vía de favorecer los intereses de Arabia Saudí y el régimen de Israel.