Fuerza Naval del CGRI de Irán se blinda ante el bioterrorismo
La Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán recibe nuevos dispositivos de defensa contra el bioterrorismo.
Los nuevos dispositivos de defensa ante las guerras modernas (bioterrorismo), que detectan y eliminan la contaminación, además de ofrecer una protección frente a los armamentos químicos y biológicos, fueron entregados el lunes a la Fuerza Naval del CGRI, en presencia del comandante de esta unidad, el contralmirante Ali Reza Tangsiri, entre otros militares de altos rangos.
El alto mando castrense recordó los daños que sufrió la nación por las consecuencias de las armas de destrucción masiva usadas por el entonces dictador iraquí Sadam Husien contra el país persa durante la guerra impuesta (1980-1988), y subrayó la importancia de equipar a las unidades militares con los dispositivos que puedan defender al país ante las guerras modernas.
“El régimen baasista atacó con armas químicas las ciudades fronterizas en varias ocasiones (…) Muchos murieron durante la guerra (…) Pese a los años transcurridos de la defensa sagrada, el país sigue atestiguando la muerte de soldados que habían sido heridos por armas químicas”, indicó Tangsiri en declaraciones ofrecidas en la ceremonia realizada en la ciudad de Shiraz (suroeste).
Irán, de acuerdo con el alto comandante, “es una víctima de las armas químicas” que fueron usadas en su contra “con el apoyo de las superpotencias, en concreto EE.UU.”
De acuerdo con las cifras oficiales, los bombardeos químicos de Irak contra las ciudades de Sardasht y Halabja dejaron 2600 víctimas mortales y 107 000 heridos entre la población civil iraní. Aún hoy, unas 45 000 personas sufren todavía las dolorosas consecuencias de aquellos actos inhumanos.
Tangsiri, en otro momento de sus declaraciones, se refirió a una exhibición de los logros del país en materia militar y la consideró fruto de los esfuerzos de los científicos y expertos “fieles” y “revolucionarios”.
De igual modo, se jactó de la realidad de que todos los productos, sean fragatas o misiles, son de fabricación iraní, a los que usarán las unidades militares “en tierra o mar”, recalcó.
Las autoridades iraníes han aclarado una y otra vez que las capacidades disuasivas del país persa son innegociables, aunque también insisten en que su capacidad militar no representa amenaza alguna para otros países y que su doctrina de defensa se basa simplemente en la disuasión.
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