Irán condena ejecución de activistas por el régimen de Baréin
Irán condena la ejecución de tres activistas bareiníes en Manama, a pesar de las denuncias internacionales para conmutar las sentencias de muerte.
Tres jóvenes bareiníes, entre ellos dos chiíes, fueron ejecutados el sábado por cargos de “terrorismo”, conforme una orden del régimen de los Al Jalifa, que no escuchó los insistentes llamados de grupos pro derechos humanos para que estos casos sean revisados, debido a denuncias de que los acusados confesaron bajo tortura.
A través de su portavoz, Seyed Abás Musavi, el Ministerio de Exteriores de Irán ha repudiado enérgicamente estas nuevas ejecuciones y ha alertado de que “la intensificación de los enfoques de seguridad-policial no contribuirá en absoluto a resolver la crisis en Baréin”.
La ejecución de los activistas “mostró que el régimen de los Al Jalifa insiste en sus políticas erróneas de reprimir la voz opositora en lugar de elegir el camino de la racionalidad y tratar de resolver la crisis autoimpuesta mediante la reconciliación con el pueblo”, ha indicado Musavi.
El vocero de la Cancillería iraní, además, se ha referido a unos documentos filtrados recientemente, según los cuales, el servicio de inteligencia de Baréin reclutó en 2003 a un líder del grupo terrorista Al-Qaeda para asesinar a los disidentes.
“Las nuevas ejecuciones indican que los Al Jalifa siguen la misma postura de reprimir a los opositores, con la diferencia de que esta vez el propio gobierno, no los terroristas, cumple sus propias órdenes de eliminar a los disidentes”, ha criticado el funcionario persa.
Las organizaciones de derechos humanos, incluidas Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), informaron previamente que los ejecutados chiíes, identificados como Ahmad al-Mulali, de 24 años, y Ali Hakim al-Arab, de 25 años, fueron arrestados sin orden judicial el 9 de febrero de 2017 y sometidos a torturas durante su interrogatorio.
Las ejecuciones de hoy son un eslabón más en la larga cadena de la represión que se ejerce contra los opositores bareiníes. En enero de 2017, tres activistas chiíes fueron ejecutados por su presunta implicación en un atentado que en 2014 causó la muerte de tres policías. En abril de 2018, un tribunal militar confirmó la condena a muerte de seis activistas chiíes, después de condenarlos por cargos que incluyen conspiraciones para asesinar al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del país.
Desde 2011, el país árabe es escenario de masivas protestas en las que los indignados exigen a diario que la monarquía de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los ciudadanos.
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