Alemania critica política de máxima presión de EEUU contra Irán
ParsToday - El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Mass, volvió a instar el domingo a diálogo con Teherán, criticando explícitamente la política de la Administración Donald Trump ante Irán y advirtiendo sobre una crisis generalizada en la región de Asia Occidental.
En una entrevista con el diario alemán Bild am Sonntag y al recriminar la campaña de máxima presión de Washington contra Teherán, Maas afirmó que "los gestos amenazantes y las acciones militares no han cambiado nada el comportamiento de la República Islámica".
El titular germano dijo a continuación que "no debemos pretender que la situación mejorará automáticamente con un cambio de gobierno en Teherán; esto ya ha tenido resultados negativos en otros lugares, por ejemplo, en Irak". De acuerdo con Maas, para mejorar la situación en Irán, no se debe bloquear el diálogo y hay que negociar con Teherán. Haciendo hincapié en que las amenazas y la presión militar no han aportado nada, manifestó que Europa no quiere ser testigo una conflagración en Asia Occidental.
La fuerte crítica del alto funcionario alemán a la política fallida y llena de errores de la Administración Trump hacia Irán, evidencia que incluso los europeos, aliados de EE.UU. en el marco de la OTAN, se han dado cuenta de que insistir en mantener la política de máxima presión no solo no llevará a ninguna parte, sino que podría comportar desastrosas consecuencias para la región de Asia occidental.
La troika europea (Alemania, Francia y Reino Unido), que forman parte del grupo 4+1, aunque saben que la política de Washington con respecto a Teherán ha fallado, en vez de presionar a EE.UU. para que cambie de política con la nación persa, en la práctica están actuando frente a Teherán en el marco de lo que quiere Washington.
A un año y medio de la retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear iraní, de nombre oficial el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), los europeos no han podido tomaron medidas efectivas para rebajar los impactos negativos de las sanciones unilaterales de Estados Unidos contra Irán ni han cumplido con su promesa de poner en marcha un mecanismo especial para los intercambios financieros y comerciales con Irán, denominado como INSTEX. De hecho, los europeos no han hecho nada para mitigar los efectos negativos de las penalizaciones unilaterales de la Administración Trump.
Como reacción a esta inacción y política pasiva, Irán comenzó, desde mayo pasado, a recortar sus compromisos nucleares en varios pasos.
La falta de adhesión de la Casa Blanca al JCPOA y los incumplimientos por parte de los europeos explican, entre otras razones, el enfoque actual de Irán de reducir paso a paso sus obligaciones marcadas por dicho pacto. En cambio, la UE, bajo presión de Estados Unidos y en lugar de emprender un enfoque constructivo ante Teherán, ha activado el mecanismo de solución de disputas contemplado en el JCPOA.
Washington ha declarado reiteradas veces que la "campaña de máxima presión" contra Irán es para alcanzar un nuevo acuerdo con Teherán, el cual aborde todo lo que desea Estados Unidos. El secretario de Defensa norteamericano, Mark Esper, ha admitido que la citada campaña tiene como fin obligar a Teherán a sentarse a la mesa de negociaciones. La Administración Trump ha insistido en más de una ocasión en que está imponiendo las sanciones más inéditas en la historia para forzar al país persa a ceder a las demandas ilegítimas e ilegales de Washington contra Irán.
Los estadounidenses siguen endureciendo las sanciones, aunque saben que éstas han sido inútiles a la hora de cambiar la conducta de Teherán para que satisfaga sus exigencias. El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, refiriéndose a que el presidente estadounidense habla de la "guerra económica", dijo que "yo la llamo terrorismo económico, ya que va dirigida a la gente común".
Pese a las acciones hostiles de Washington, Irán ha asegurado reiteradamente que no cederá a sus demandas arrogantes, al tiempo que las instituciones internacionales, incluidos el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han confirmado en informes recientes que el efecto de las sanciones unilaterales de Estados Unidos sobre Irán ya se ha eliminado y que la economía iraní podría volver a la normalidad en 2020.
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