Especial Aniversario de la Victoria de la Revolución Islámica
ParsToday - En el umbral de la entrada de la República Islámica de Irán en la quinta década de la Revolución, el Líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, promulgó la declaración “Segundo Paso de la Revolución” donde explicó el camino a seguir para lograr grandes progresos.
En algunos párrafos de dicho documento, el Líder supremo enumeró las oportunidades económicas en el interior del país, destacando lo siguiente:
“Con el uno por ciento de la población mundial, Irán posee el 7 % de las reservas minerales del mundo. Parte de los potenciales del país, la forman los enormes recursos subterráneos; la excepcional ubicación geográfica de estar entre el este y el oeste, por lado, y el norte y el sur, por otro; un gran mercado nacional, un gran mercado regional con 15 vecinos con 600 millones de personas; largas costas marítimas; tierras fértiles con una variedad de productos agrícolas y hortícolas; y una gran y variada economía, muestras que muchas otras potencialidades permanecen intactas”.
Parte de estas capacidades, en el campo de la extroversión, es el desarrollo de las relaciones económicas con otros países, lo que ha elevado el nivel de los nexos económicos y comerciales de Irán.
Estas interacciones son importantes considerando las sanciones que Estados Unidos reimpuso contra Irán tras su retiro del acuerdo nuclear iraní, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
La posición geopolítica de Irán es única, lo que ha abonado el terreno para lograr un adecuado crecimiento y desarrollo económico. Desde luego, alcanzar objetivos económicos a largo plazo depende del uso de todos los potenciales disponibles, lo que es viable siguiendo la diplomacia económica.
Irán, como una potencia económica en el mundo, posee alrededor del 10 por ciento de las reservas mundiales de petróleo y el 17 por ciento de las reservas mundiales de gas, además de que en ambos lados del país se ubican el mar Caspio y el Golfo Pérsico, dos fuentes de energía.
Gracias a esta oportunidad excepcional de poder utilizar la capacidad del gran mercado de la región, parte de los objetivos de las políticas económicas y comerciales del país está dirigida a la extroversión.
En este sentido, Irán ha brindado una variedad de oportunidades al establecer y desarrollar zonas de libre comercio y zonas económicas especiales. Las mismas, creadas con el objetivo de impulsar la producción, el desarrollo de las exportaciones, la creación de empleo y la atracción de capitales, han llamado la atención de muchos países del mundo como un medio para materializar las estrategias del desarrollo extrovertido.
Las zonas francas se consideran áreas de reexportación e interacción con la economía global, y para las zonas especiales se ven fundamentalmente como áreas industriales y de producción.
Además, la transferencia de la tecnología es otro objetivo importante que siguen los países que establecen zonas francas. Pero en una perspectiva general, el objetivo de muchos países es llegar a condiciones en que puedan trabajar en la economía mundial y el sistema de libre comercio.
En este sentido, las zonas económicas y francas especiales pueden brindar una buena oportunidad para aumentar la inversión extranjera de cara a promover la competitividad industrial y, en última instancia, el crecimiento económico de la sociedad.
Es por eso que el líder supremo de la Revolución Islámica enfatiza en la declaración estratégica del “Segundo paso de la Revolución” que la economía no es el objetivo de la sociedad islámica, pero es un medio sin el cual no se puede alcanzar las metas.
En este sentido, reducir la dependencia del petróleo ha sido uno de los objetivos clave en el desarrollo de la economía del país. La dependencia del petróleo ha ido en detrimento de los intereses nacionales durante el siglo pasado. Por otro lado, habida cuenta del valor y la importancia de la energía, que aumenta la productividad y la eficiencia de la producción y la economía, se siente más que nunca la necesidad de elaborar una estrategia en la que la economía no esté enfocada directamente en la venta del crudo. En las últimas décadas, una de las infraestructuras económicas más sensibles de Irán, es decir la industria y las exportaciones petroleras, han sido blanco de sanciones, y Estados Unidos ha centrado sus esfuerzos en aislar esta industria y eliminar los ingresos de las ventas de petróleo y la inversión en este sector.
El presidente de EE.UU. Donald Trump salió en mayo de 2018 del acuerdo nuclear iraní llamado bajo el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) firmando un decreto para reintroducir las sanciones contra Irán, entre ellas la restricción de las ventas de petróleo, que se hizo efectiva desde el 4 de noviembre de 2019.
Un mes después del inicio de las sanciones petroleras a Irán, el coordinador del Departamento de Estado estadounidense para los asuntos de Irán, Brian Hook, dijo que ahora, las exportaciones del crudo iraní han bajado de 2.7 millones de barriles diarios a menos de un millón, y subrayó que Washington planea reducir estas exportaciones a cero, pero muchos expertos han calificado de inviable este plan.
Transcurridos casi seis meses después del inicio de las sanciones petroleras contra el país persa, aparecieron los primeros signos del fracaso de Estados Unidos. Algunos medios estadounidenses advirtieron que esa decisión incorrecta tendrá graves consecuencias políticas y económicas para el país norteño.
Barbara Slavin, periodista estadounidense y miembro del grupo de expertos Consejo del Atlántico, dijo que la política de aislamiento de Irán estaba condenada al fracaso y escribió: La Administración Trump está haciendo todo lo posible para que los países del mundo reduzcan a cero las importaciones de petróleo desde Irán, pero saben que esto no es posible, especialmente países tale como China, La India y Turquía que no recortarán significativamente las compras de petróleo a Irán.
En este sentido y alineándose con EE.UU., algunos países del Golfo Pérsico, incluida Arabia Saudí, aplicaron su capacidad de producción de petróleo para suministrar crudo a los clientes. Riad decidió aumentar su producción para satisfacer las demandas de compras de crudo, pero fracasó, y los ataques de Yemen a las instalaciones petroleras de Aramco en septiembre de 2019, convirtieron el sueño de los saudíes y estadounidenses en una pesadilla.
Esto sucedió cuando pasados cerca de seis meses del boicot al petróleo de Irán, Trump no sacó nada de este esfuerzo de detener las exportaciones petroleras de Irán y cortar los ingresos de divisas del país.
En una ceremonia celebrada en septiembre de 2019, el ministro del Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, anunció con contundencia el fracaso de Washington a la hora de reducir a cero las exportaciones de petróleo del país.
Los analistas económicos creen que con las capacidades creadas en Irán, pronto se podría ser testigo de una relación más estable y profunda entre Irán y los países regionales, incluidos Rusia, China, La India, Turquía, Paquistán, Omán, Catar y los Estados de Asia Central y del Cáucaso.
Morteza Khansari, experto en asuntos internacionales, mantiene que Irán y Rusia, con enormes reservas de energía, pueden adjudicarse una considerable parte de la gestión y la seguridad energéticas en el mundo empujando al mundo hacia un sistema bipolar, apoyado por la mayoría de los países.
El Líder Supremo de la Revolución, el ayatolá Ali Jamenei, hace un año, en una reunión en Teherán con el presidente ruso Vladimir Putin, vio las sanciones de EE.UU. contra Irán, Rusia y Turquía como un punto muy fuerte para expandir la cooperación y dijo que Teherán y Moscú ampliando la cooperación política y económica, deberían dar un serio seguimiento a los acuerdos alcanzados en la cumbre de Teherán. También hizo hincapié en la necesidad de realizar intercambios económicos fuera excluyendo el dólar.
En el mimo encuentro, Putin reiteró que los estadounidenses están cometiendo un error estratégico al restringir los intercambios financieros, ya que a expensas de un éxito político y a corto plazo, eliminarán la confianza en el dólar en el ambiente global y lo debilitarán.
El acuerdo de establecer una zona de libre comercio entre Irán y la Unión Económica Euroasiática fue otro paso importante en este sentido, el cual fue rubricado en Kazajstán el 17 de mayo de 2019.
La adhesión de la República Islámica de Irán a la Unión Euroasiática brindó una nueva oportunidad para que los empresarios iraníes de cara a desarrollar los vínculos económicos con los miembros de este bloque, compuesto por Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Armenia y Bielorrusia.
En este sentido, la Cámara de Comercio e Industria de Rusia y el Consejo Comercial Irán-Rusia siguen ideas como la formación de una unión comercial entre ambos países.
En estas relaciones, se han formado cooperaciones estratégicas entre Irán y Eurasia, especialmente con Rusia, las cuales están orientadas a la convergencia para contrarrestar las sanciones económicas de EE.UU. en el sector económico-comercial.
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