Resistencia activa y solidaridad nacional ayudan a Irán a superar desafíos

“La política del Occidente hacia nuestro país se ha basado en impedir la cooperación estratégica de Irán con Oriente y la continua dependencia de la economía nacional de los [ingresos] petroleros”, dijo el domingo el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, a través de su cuenta de Twitter.

Shamjani recordó que desde hace mucho tiempo, Irán ha decidido dar estos dos pasos para impulsar la cooperación estratégica con el Este y superará los desafíos existentes con una resistencia activa y solidaridad nacional.

Transcurridos 41 años desde la victoria de la revolución, Estados Unidos con el objetivo de dañar al sistema de la República Islámica de Irán ha usado el “bloqueo de activos de Irán” e “imponer sanciones” como dos mecanismos de “presión económica” sobre el pueblo iraní.

Ya se plantea esta pregunta ¿Cómo es la resistencia ante la máxima presión y cuáles son las opciones efectivas en estrategias a largo plazo?

Un punto importante en las declaraciones de Shamjani es referir a dos cuestiones claves para responder a esta pregunta.

Primero: El enfoque de la resistencia activa en el marco de reducir la dependencia a la economía petrolera.

Segundo: El énfasis en la cooperación estratégica de Irán con países influyentes para contrarrestar la corriente del unilateralismo.

Estos dos temas tienen importancia estratégica, lo que significa que tendrán influencias más allá del ámbito económico y las relaciones bilaterales.

Podemos ver las sanciones y conspiraciones de Estados Unidos contra Irán en un solo objetivo, es decir obligar a Irán a rendirse a la presión norteamericana. Sin embargo, cabe señalar que las sanciones nunca han sido tan generalizadas y severas como son hoy. Entonces es razonable que la primera opción de Irán para enfrentar efectivamente la campaña de máxima presión del Occidente sea activar las capacidades de la economía de resistencia.

Al mismo tiempo, Irán nunca ha buscado aislarse y distanciarse de las relaciones equilibradas con otros países. La estrategia de la República Islámica de Irán es ampliar las relaciones basadas en intereses mutuos con países que buscan relaciones amistosas y constructivas con el país persa. Uno de ejemplos en este sentido es el desarrollo de las relaciones económicas de Irán con sus vecinos y su mirada hacia el Este.

La hoja de ruta de cooperación estratégica de 25 años entre Irán y China, que es una cooperación estratégica, es un ejemplo de esta colaboración. China, con su gran economía, ha desafiado la hegemonía autodeclarada de Estados Unidos, e Irán es un país resistente e independiente que no soporta la dominación de Washington.

A este respecto el diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ) anotó “con esta cooperación estratégica, los funcionarios en Teherán y Pekín están demostrando que no están dependiendo al Oeste y tendrá alternativas a Washington y sus aliados”.

Sin embargo, Teherán tiene otras opciones para equilibrar las relaciones que podrían responder a las sanciones y políticas agresivas de la Administración de Trump. En este sentido, Irán ha ampliado la cooperación con la Unión Económica Euroasiática (UEEA).

Obviamente, hay que aprovechar máximamente las oportunidades existentes para unirnos y entablar una cooperación estratégica y de largo plazo, conservando los intereses y la seguridad nacionales. La opinión del secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán al evaluar la política del Occidente hacia Teherán se define en este mismo marco.

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