Pars Today

En la 46.ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), celebrada el jueves, ciertos países, además del régimen de Israel, plantearon algunas retóricas antiraníes, acusando a la República Islámica de violar los derechos humanos.

 

El representante permanente de Irán ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), Esmail Baqai, rechazó en los términos más duros tales acusaciones y enfatizó la necesidad de que el CDHNU “se distancie de la politización y el doble rasero”.

 

En cuanto a las retóricas del régimen de Israel al respecto, Baqai señaló que los ocupantes de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), “debido a consideraciones morales, no tienen derecho alguno a comentar sobre la noble cuestión de los derechos humanos en Irán”.

 

Conforme destacó el diplomático persa, el régimen israelí se describe de la mejor manera posible en el marco de la Resolución 3379, aprobada en 1975 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), la cual considera que el sionismo es una forma del racismo.

 

 

En otro momento de sus declaraciones, Baqai lamentó que algunos países occidentales, como Canadá, Australia, el Reino Unido, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Suiza, los Países Bajos, Bélgica, Austria y Suecia, se permiten acusar a los demás, “como si ellos mismos fueran modelos de [la aplicación de los] derechos humanos”.

 

Alertó de la “actuación contradictoria tanto dentro como fuera” de tales países, los cuales “son acusado de violación generalizada de los derechos humanos en el mundo […] por exportar armas a los países agresores”.

 

Para Baqai, esos gobiernos, al atacar a los sistemas judiciales de los países en desarrollo, con el pretexto de defender los derechos humanos, buscan debilitar el Estado de derecho en estos países.

 

Irán ha llamado a los que cuestionan su situación de los derechos humanos a dejar su enfoque sesgado y responsabilizar, en concreto, a EE.UU. por sus sanciones coercitivas e inhumanas contra el pueblo de Irán, las cuales han ido intensificándose, incluso durante la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

 

Asimismo, en 2020, Teherán insistió en que las Naciones Unidas habían de catalogar como “la mayor violación de derechos humanos” de dicho año, el asesinato por Estados Unidos del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.