¿Por qué el enriquecimiento de uranio es una línea roja para Irán?
Pars Today - La capacidad de Irán para enriquecer uranio y mantener el ciclo de producción de combustible nuclear en suelo iraní, al tiempo que lo hace dentro del marco de usos pacíficos y bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), crea naturalmente una especie de disuasión estratégica.
Según Pars Today, en los últimos días y tras la escalada de las discusiones sobre el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, especialmente en el proceso de negociaciones nucleares, este tema ha suscitado mucha curiosidad. El enriquecimiento es la mayor diferencia entre Irán y Estados Unidos para alcanzar un acuerdo final, al menos en esta etapa. Una línea roja importante y contundente por parte de Teherán, de la que no está dispuesto a dar marcha atrás. Una línea roja que también se repitió constantemente en las negociaciones del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC, o acuerdo nuclear) y que logró alcanzar una conclusión sobre un enriquecimiento mínimo del 3,67 % en suelo iraní.
Por otro lado, los estadounidenses afirman que el enriquecimiento no tiene ningún propósito lógico para un país a menos que desee construir una bomba nuclear y, por lo tanto, ningún país sin una bomba nuclear debería tener tal derecho ni tal capacidad. Recientemente, Trump enfatizó en un post en su red social que Irán no tiene derecho a contar con ningún nivel de enriquecimiento.
En este contexto, la pregunta es más importante que nunca: ¿por qué Irán necesita el enriquecimiento en primer lugar y por qué este asunto debería convertirse en una línea roja importante para este país en las negociaciones?
La capacidad de enriquecimiento de Irán; una palanca diplomática eficaz
Hoy en día, los países del mundo lideran el camino en ciencia y tecnología a un alto nivel, y el conocimiento nuclear es un componente importante de ello. En su plan para las próximas dos décadas, Irán depende en gran medida de la energía nuclear, con una capacidad de hasta 20 000 megavatios, y de la producción de radiofármacos para un millón de pacientes. Sin duda, dadas las condiciones globales y la experiencia de Irán en el suministro del combustible necesario para sus reactores y en garantizar un proceso permanente de suministro de combustible, que se ha enfrentado a numerosos incumplimientos por parte de Occidente, existe una política estratégica en el país según la cual el enriquecimiento de uranio no se detendrá ni se suspenderá en Irán bajo ninguna circunstancia. Esta política estratégica provocó que Irán no estuviera dispuesto a detener el enriquecimiento ni siquiera por un instante, a pesar del énfasis de seis resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) en detener o suspender el enriquecimiento entre 2006 y 2013, hasta que logró demostrar que el enriquecimiento era un derecho legítimo con base en el Artículo 4 del Tratado de No Proliferación (TNP), el PAIC y la Resolución 2231 del CSNU.
Por esta razón, Teherán concluyó que la falta de independencia en la producción de combustible nuclear y la dependencia de este material estratégico podrían tener consecuencias graves e irreparables para el país. Por otra parte, la capacidad técnica y práctica de Irán en el enriquecimiento de uranio, especialmente su capacidad para reducir o aumentar el nivel de enriquecimiento, como palanca diplomática eficaz, fortalece la posición estratégica de Irán en las negociaciones internacionales, incluyendo el PAIC y las negociaciones actuales y futuras, y, como herramienta disuasoria legítima, permite la participación activa, flexible y decidida de Irán en los acuerdos políticos y de seguridad internacionales.
Incluso Irán puede utilizar esta herramienta para adoptar políticas recíprocas proporcionadas, punitivas y legales en respuesta al compromiso o incumplimiento de la otra parte. La capacidad de Irán para enriquecer uranio y mantener el ciclo de producción de combustible nuclear en territorio iraní, al tiempo que lo hace dentro del marco de usos pacíficos y bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, crea naturalmente una especie de disuasión estratégica.
Esta disuasión estratégica genera preocupación constante entre las otras partes, especialmente entre los enemigos regionales y extrarregionales de Irán, ya que cualquier error de cálculo por su parte podría tener graves consecuencias en la zona de tensión del mecanismo de no proliferación nuclear.
Ciencia del enriquecimiento se ha vuelto completamente autóctono
El enriquecimiento de uranio requiere la integración de ciencia e ingeniería avanzadas, que desempeñan un papel vital en el desarrollo de la tecnología nuclear. La física nuclear, utilizada en el desarrollo de fórmulas de separación de uranio; la ingeniería mecánica, utilizada en el diseño y construcción de centrífugas de alta precisión; la ciencia de los materiales y la metalurgia, destinadas a producir materiales y aleaciones resistentes a las condiciones ambientales y a los lanzamientos nucleares; la ingeniería eléctrica y de control, destinada a desarrollar sistemas de control precisos, sensores inteligentes y la automatización del proceso de enriquecimiento; y el vacío y la nanotecnología, destinados a proporcionar un entorno de vacío y control a escala nanométrica para aumentar la precisión y la eficiencia del proceso, se encuentran entre estas ciencias y tecnologías de alto nivel cuyo crecimiento en el país se verá reforzado con el enriquecimiento de uranio. Además, el desarrollo de estas ciencias también puede incrementar el conocimiento en cientos de subdisciplinas relacionadas y beneficiarse del aporte de otras ciencias sobre enriquecimiento.
Un punto clave en el campo tecnológico es que los avances de Irán en la ciencia del enriquecimiento son completamente autóctonos y, en cierto modo, independientes. De hecho, Irán ha sido capaz de diseñar y producir centrifugadoras de nueva generación con una eficiencia muy alta que compiten con los estándares tecnológicos mundiales, lo que ha generado protestas y controversia, ya que, en el contexto de las sanciones, refleja la alta capacidad científica del país.
Prestigio y credibilidad regional e internacional
Uno de los resultados más importantes del enriquecimiento por parte de Irán y en territorio iraní reside en el prestigio y la credibilidad internacionales. De hecho, la República Islámica de Irán es el único país de Asia Occidental que ha logrado desarrollar tecnología de enriquecimiento de uranio a diversos niveles, aprovechando el conocimiento y las capacidades locales, lo que le ha dado una excelente reputación. La mayoría de los países de la región, a pesar de contar con amplios recursos financieros, aún se encuentran en las primeras etapas del desarrollo del ciclo del combustible nuclear y dependen completamente del exterior. Sin embargo, al superar esta etapa, Irán es reconocido como un país con independencia tecnológica en el delicado ámbito nuclear. Según el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), el derecho a desarrollar el ciclo del combustible nuclear y enriquecer uranio con fines pacíficos es un derecho inalienable y reconocido para los miembros no nucleares del tratado. Al hacer hincapié en este derecho legal, Irán ha logrado defender una posición legítima y documentada frente a las presiones políticas y legales y continuar sus actividades bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Este enfoque ha convertido a Irán en un símbolo de la defensa activa del derecho de los países en desarrollo a explotar tecnologías nuevas y avanzadas. El dominio iraní de la tecnología de enriquecimiento y del ciclo completo del combustible nuclear ha impulsado su papel como potencia científica y tecnológica independiente a nivel mundial.
En consecuencia, el enriquecimiento de uranio en Irán no es solo una medida tecnológica, sino que se considera una herramienta estratégica para estabilizar la posición nacional en el sistema internacional multipolar y resistir la hegemonía tecnológica. De hecho, la tecnología de enriquecimiento de uranio en Irán es un fenómeno multidimensional y estratégico que, además de ayudar a resolver los problemas energéticos, puede proporcionar a Irán una asistencia significativa en términos de credibilidad internacional y disuasión, y la pérdida de dicho poder puede ser igualmente preocupante.
