En un comunicado emitidos el viernes, el líder chií Seyed Amar al-Hakim expresó su preocupación por la crisis Basora y destacóque el país se encuentra en una situación peligrosa que necesita una consideración realista.

 

Además de apoyar los derechos de las protestas pacíficas, recordó que las manifestaciones pacíficas han sido reconocidas en la ley constitucional de Irak y son derechos legítimos de las personas.

 

"La máxima autoridad religiosa iraquí, el ayatolá Seyed Ali Sistani, también describió como ilegal e ilegítimo la destrucción de propiedades públicas y privadas", agregó Hakim, al frente de Hikma.

 

En medio de violentas manifestaciones que continúan en la ciudad iraquí de Basora, situada el sur de Irak, un grupo de alborotadores interrumpió el viernes por la noche en el consulado iraní y prendió fuego a la sede diplomática.

 

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, denunció un ataque brutal al Consulado General de Irán en Basora y pidió castigo máximo para los responsables del deplorable acto.

 

"El gobierno iraquí será responsable de cualquier negligencia a este respecto, y se espera que identifique a los agentes y los castigue severamente", agregó el vocero persa.