Irak suspende transmisión de cadenas saudíes Al Arabiya y Al Hadath
El Gobierno de Irak ha suspendido la actividad de dos cadenas de televisión saudíes por transmisiones parciales de las manifestaciones antigubernamentales.
“Las autoridades iraquíes suspendieron el servicio de los canales de Al Arabiya y Al Hadath”, ha comunicado este domingo la primera cadena, para luego indicar que el motivo del acto fue por su “falta de licencia” para transmitir las protestas.
Establecido en 2003, Al-Arabiya es propiedad de la cadena de televisión Middle East Broadcasting Center (MBC, por sus siglas en inglés) y funciona con inversiones de ciertos grupos en Arabia Saudí, El Líbano, Kuwait y varios Estados ribereños del Golfo Pérsico, que gastaron $ 5 millones para establecer esta cadena.
El Gobierno iraquí ha denunciado en reiteradas ocasiones que los medios de comunicación de ciertos países regionales e internacionales ya están instigando a la violencia en las manifestaciones que sacuden de momento el país árabe.
La nueva ola de protestas por la situación económica en varias ciudades de Irak, entre ellas la capitalina Bagdad, se intensificaron desde el pasado jueves, cuando varias personas murieron y otras decenas resultaron heridos debido a los duros choques entre manifestantes y policías.
Las autoridades iraquíes suspendieron el servicio de los canales Al Arabiya y Al Hadath”, ha comunicado la primera cadena saudí, para después indicar que el motivo del acto fue por su “falta de licencia” para transmitir la protestas.
El primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, que pidió anteriormente evitar violencias durante las protestas, ha ordenado este sábado el despliegue de las fuerzas especiales en las ciudades del país para prevenir más actos violentos.
Por su parte, unos diputados del primer grupo parlamentario iraquí, aliados del influyente clérigo Muqtada al-Sadr, convocaron el sábado una sentada en la sede legislativa y aseguraron que mantendrán la medida “hasta que se respondan las peticiones” de los manifestantes.
El Gobierno de Bagdad, ha rechazado el uso de fuerzas y armas contra los manifestantes y ha advertido de que hay “manos ocultas” que intentan desviar las marchas pacíficas.
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