Hezbolá: Ataque iraní tuvo mensajes claros para EEUU e Israel
Ene 13, 2020 06:09 UTC
El líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, afirma que el ataque iraní contra las bases de EE.UU. conlleva mensajes para el país norteamericano.
Después de que el pasado 3 de enero, el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, fuera asesinado en Bagdad (capital iraquí), junto a varios combatientes de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), incluido su subcomandante, Abu Mahdi al-Muhandis, en un ataque aéreo estadounidense, Irán atacó la base aérea estadounidense Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, calificó el ataque iraní de tan solo una bofetada y no la prometida venganza.
En este sentido, durante un discurso televisivo ofrecido el domingo, el secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, subrayó que la airada respuesta del país persa envió dos mensajes a EE.UU.
Primero: esta bofetada pone de relieve la valentía única de las autoridades de Irán. ¿Quién se atreve a hacer algo similar? Desde la Segunda Guerra Mundial ¿quién pudo encarar a EE.UU. y atacar sus bases con misiles? Sin embargo, Irán lo hizo después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con atacar 52 objetivos de Irán si este decidiera tomar venganza por el asesinato de Soleimani.
Segundo: la bofetada de Irán exhibió el poderío militar de este país. Los misiles, cien por cien, fueron de producción nacional, sin ayuda extranjera. Determinar los objetivos fue tarea de los expertos persas y los misiles golpearon con precisión sus blancos, cruzando cientos de kilómetros. Este es un mensaje para aquellos países que se unen a los Estados Unidos y un mensaje para Israel, que siempre amenaza con atacar las infraestructuras de Irán.
En otra parte de sus afirmaciones, Nasralá aseguró que la respuesta al crimen de EE.UU. al matar al general Soleimani es un proceso largo que terminará con la salida definitiva del país norteamericano de toda la región del oeste de Asia.
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