Judíos también se unen a protestas contra plan proisraelí de Trump
El plan proisraelí de Trump causa protestas, incluso entre los judíos. Los críticos lo ven como un acto de apartheid por facilitar el robo de tierras palestinas.
“Eso no es en lo absoluto un plan de paz. Es un plan de apartheid (…) La tierra palestina no es de Trump para cederla, ni del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para robarla”, indicó la rabino Alissa Wise, miembro de la organización judía estadounidense Jewish Voice for Peace, en un comunicado emitido esta semana.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, desveló el martes su llamado “plan de paz”, que, según alega, busca zanjar el conflicto palestino-israelí, pero, en realidad, pretende liquidar la causa palestina, pues ignora todos los derechos de los palestinos, incluyendo su derecho al retorno y la formación de un Estado, con Al-Quds (Jerusalén) como capital.
Wise además tildó el llamado ‘acuerdo del siglo’ de Trump de “una estrategia distracción de dos belicistas” —Trump y Netanyahu— “que priorizan sus campañas electorales personales sobre (…) el derecho internacional”, denunció.
Opinó, asimismo, que la única vía para establecer una paz “duradera” tanto para los israelíes como para los palestinos pasa por la aplicación de la “justicia, la libertad y la igualdad para todos”.
La organización judía J Street, a su vez, precisó que la iniciativa de Trump favorece “la agenda de los políticos derechistas israelíes” para realizar nuevas anexiones, una práctica, que, según el grupo, contradice el derecho internacional.
J Street se mostró convencido de que el plan “tiene la posibilidad cero para servir como base para renovar la diplomacia a fin de resolver el conflicto israelí-palestino”, recalcó.
IfNotNow, otro grupo judío, expresó que “la estrategia total de Trump” se centraba en privarles a los palestinos del derecho a voto, “denegarles sus derechos (…), e incluso su identidad”.
“Ningún palestino fue invitado a la Casa Blanca para asistir a la reunión sobre el plan, ni fue implicado en el falso proceso que condujo al mismo”, sostuvo IfNotNow en un comunicado.
Halie Soifer, directora ejecutiva del Consejo Democrático Judío de América, por su parte, alertó que el acuerdo, además de “dar luz verde a las anexiones israelíes en Cisjordania”, socava “intencionalmente” la posibilidad de la materialización de la llamada solución de dos Estados.
El grupo llamado New Israel Fund advirtió que el plan “es una hoja ruta de anexiones” de las tierras palestinas por el régimen de Tel Aviv, que hará “permanente la ocupación”.
El futuro medio Estado palestino, previsto por la Administración Trump, sería aislados archipiélagos rodeados completamente por Israel, sin ninguna frontera con el exterior, o control sobre su espacio aéreo y sin derecho a tener un Ejército para defenderse. Tampoco tendrá bases geográficas para una economía viable, ni libertad de movimiento, ni prerrogativas para presentar denuncias ante organizaciones internacionales contra Israel o EE.UU.
Tal plan, de ser implementado, convertirá el legítimo derecho de los palestinos a tener un Estado soberano en un cuento de hadas.
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