Netanyahu gana comicios pero fallaría de nuevo en formar ejecutivo

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, inculpado por corrupción, proclama su victoria en el tercer duelo electoral en menos de un año.

“Se trata de una gran victoria para Israel”, así ha tuiteado Netanyahu, después de que los medios israelíes, citando encuestas a pie de urnas, señalaron que el partido Likud habría obtenido 37 escaños en los comicios del lunes, frente a los 33 de su rival directo, el partido Azul y Blanco, de Benny Gantz.

Con esa aritmética, la coalición derechista liderada por Netanyahu tendría 60 de los 120 escaños del parlamento del régimen israelí y se quedaría a un escaño de la mayoría simple que le permitiría gobernar los territorios ocupados palestinos.

Ese escenario, sin embargo, se repite por tercera ocasión en un año. El actual premier en funciones de Israel ganó en otras dos elecciones legislativas celebradas en abril y de septiembre de 2019, pero en ambas falló a la hora de formar su ejecutivo.

Netanyahu se convirtió en el pasado mes de noviembre en el primer ministro en la historia del régimen de ocupación en ser inculpado, concretamente por corrupción, malversación y abuso de confianza.

Entretanto, los palestinos han reaccionado a los resultados de estas elecciones. El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha resaltado que cualquier resultado que sale de estos comicios no puede legitimar la ocupación israelí en los territorios ocupados.

Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha lamentado que los primeros resultados de los comicios israelíes demuestran que “los asentamientos, la anexión y el apartheid han ganado”.

En su último intento para ganar las elecciones, Netanyahu volvió a prometer hace dos días la anexión del valle del Jordán y de las colonias ilegales en Cisjordania “en cuestión de semanas”.

Los incesantes esfuerzos de Netanyahu por formar un ejecutivo, lejos de no tener resultado alguno, han provocado, no obstante, muchas críticas en su contra. Según una grabación desvelada el sábado, la estrategia del partido del premier israelí se basa en el odio y en una campaña negativa para atraer votos.

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