AI: Arabia Saudí usa pena de muerte como arma contra disidentes
La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional denuncia a Arabia Saudí por utilizar la pena de muerte como un arma política contra los disidentes.
Amnistía Internacional (AI) ha condenado este martes el aumento del número de ejecuciones en el reino árabe, donde la pena de muerte se usa cada vez más como un arma política para eliminar a los opositores chiíes.
En su revisión global de 2019 de la pena de muerte, publicada la jornada de hoy, el organismo ha repudiado que el régimen saudí ejecutara a 184 personas, incluidas seis mujeres, el año pasado, batiendo el récord de ejecuciones en un año en el mundo.
La cifra muestra, además, un aumento del 23 % en comparación con 2018, cuando se llevaron a cabo 149 ejecuciones en Arabia Saudí, agrega el documento.
Eso mientras la asociación contra la pena de muerte Reprieve, con sede en el Reino Unido, había denunciado en 2018 que la tasa de ejecuciones en Arabia Saudí se había duplicado desde 2017, año en el que Muhamad bin Salman Al Saud se convirtió en príncipe heredero del reino árabe.
De hecho, desde que Bin Salman asumiera el poder en Arabia Saudí, ha desatado “una intensa campaña de represión” contra los activistas, blogueros, intelectuales y defensores de los derechos humanos, además de arrestar a los príncipes que estaban conspirando para robarle el trono.
La Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés) advirtió en febrero pasado de los planes de Riad para ejecutar a una docena de disidentes menores chiíes como parte de la política de represión del príncipe heredero.
En reiteradas ocasiones, diferentes oenegés y organizaciones pro derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW), han alertado del aumento exponencial de la represión, el arresto, la encarcelación y la ejecución de activistas pro derechos humanos y opositores en Arabia Saudí, a los que las autoridades someten, además, a brutales torturas, agresiones sexuales incluidas.
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