Irán, Rusia y Turquía condenan ataques israelíes contra Siria
Irán, Rusia y Turquía condenan los ataques del régimen israelí en Siria, así como el contrato petrolero de una empresa estadounidense con las milicias kurdas.
En un comunicado conjunto tras su reunión en Ginebra (Suiza) para discutir la crisis siria, los representantes de los tres países mencionados han manifestado este martes su oposición a la confiscación ilegal de los ingresos petroleros sirios.
En este sentido, el texto se refiere a un acuerdo alcanzado entre la compañía estadounidense Delta Crescent Energy LLC y las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), milicia kurdo-árabe patrocinada por EE.UU., para activar los pozos petroleros de Siria en la región de Al-Yazira, y lo tacha de “ilegal”.
Las partes condenan también “los continuos ataques de Israel contra Siria, que violan el derecho internacional, como una amenaza a la soberanía de Siria y sus vecinos, y una amenaza para la estabilidad y la seguridad regionales”.
Los tres países instan, de igual modo, a que la lucha contra todas las formas de terrorismo y demandas separatistas no cese.
Por ello, enfatizan la necesidad de continuar cooperando para eliminar por completo a los grupos terroristas de la región, incluidos Daesh, el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham) y Al-Qaeda.
Siria vive desde 2011 inmersa en un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a los grupos terroristas y los llamados rebeldes. Entretanto, la injerencia extranjera en el país árabe ha complicado la larga lucha antiterrorista, que ha cumplido ya nueve años, pese a las importantes victorias cosechadas por las fuerzas sirias frente a los grupos armados.
Damasco ha exigido, en reiteradas ocasiones, la plena salida de todas las fuerzas extranjeras desplegadas en Siria, las estadounidenses incluidas, pues no cuentan con la debida autorización del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, para ello.
Además, ha condenado el acuerdo estadounidense-kurdo para saquear el crudo sirio, denunciando que constituye una agresión a la soberanía nacional y la prosecución del enfoque hostil estadounidense en el robo de las riquezas del pueblo sirio.
El Gobierno sirio ha advertido que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib —considerada el último bastión de los terroristas en Siria—, el Ejército sirio acabará con la ocupación estadounidense.
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