¿Por qué el Ramadán es un mes de oportunidades únicas para los creyentes?
(last modified Fri, 07 Mar 2025 16:27:52 GMT )
Mar 07, 2025 16:27 UTC
  • Una niña, una madre y una abuela rezando en una sala de oración en Teherán, Irán (Foto: Tasnim)
    Una niña, una madre y una abuela rezando en una sala de oración en Teherán, Irán (Foto: Tasnim)

Pars Today - Cuando recordamos que el mes de Ramadán recomienda poner un enfoque especial en el Sagrado Corán y las enseñanzas divinas, nos damos cuenta de que Ramadán es un momento apropiado para revisar y reconsiderar el camino de la vida.

El mes de Ramadán y los días de ayuno no son solo una causa de purificación física, sino también una oportunidad para la purificación y el refinamiento espiritual. Por lo tanto, este mes se considera la mejor oportunidad para limpiar el alma y el espíritu de la contaminación mundana y fortalecer el vínculo entre el hombre y Dios.

Según Pars Today, citando a Tasnim, sobre las características de este mes se destaca: "En este mes, el creyente se esfuerza por alcanzar la pureza y limpieza interior concentrándose en la adoración y evitando los deseos mundanos". Cuando recordamos que este mes recomienda poner un enfoque especial en el Corán y las enseñanzas divinas, nos damos cuenta de que el Ramadán es un buen momento para revisar y reevaluar el camino de la vida.

Durante este mes sagrado, las personas dan mayor importancia a su educación moral y tratan de evitar conductas que conduzcan a dañar a los demás o a ellos mismos. Prácticas como controlar la lengua y la ira, no chismear, enfatizar las buenas acciones y ayudar a los demás no solo contribuyen al crecimiento individual, sino que también allanan el camino para una formación social más equilibrada y moral. De esta manera, el Ramadán puede servir como una oportunidad para reconstruir las relaciones sociales y los vínculos humanos en la sociedad, y guiar el espíritu colectivo hacia la unidad y la interacción positiva.

Si miramos la bendición del Ramadán desde otra perspectiva, es el impacto espiritual que Dios ha otorgado a este mes, que facilita la conducta de los individuos, de tal manera que las personas se vuelven más conscientes de Dios, se distancian de los pecados y errores y se cuidan más a sí mismas. Es con esta perspectiva que el mes de Ramadán se considera una oportunidad de oro. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: “El mes de Ramadán es el mes de Allah Todopoderoso, y es un mes en el que Allah multiplica las buenas acciones y borra las malas, y es un mes de bendiciones”. Es decir, el mes de Ramadán es el mes de Dios, y es el mes en el que Dios aumenta las buenas obras y limpia los pecados, y es un mes bendecido. (Bihar al-Anwar, vol. 96, pág. 340, hadiz 5)

Multiplicar las buenas acciones y virtudes durante el mes de Ramadán significa que cada buena acción realizada durante este mes tiene una recompensa mucho mayor que en otros momentos. Esta característica hace que el mes de Ramadán sea una oportunidad única para ganar recompensas y acercarse a Dios. Actos como la oración, el ayuno, recitar el Corán, dar caridad y ayudar a los demás tienen un valor especial durante este mes.

Además, si una persona regresa a Dios con determinación y arrepentimiento, Dios perdonará y borrará sus pecados. (Borra las malas acciones que contiene) Esta característica hace del mes de Ramadán una oportunidad especial para purificar el alma y la mente. Los ayunantes pueden beneficiarse de la misericordia divina y liberarse de la carga de los pecados al arrepentirse y buscar el perdón.

Otro punto es que, en este hadiz, el mes de Ramadán es llamado el "mes de la bendición". Bendecir significa aumentar la bondad y la bondad en la vida. En este mes se bendice el tiempo, las acciones e incluso la vida diaria de una persona. Esta bendición no se limita a las cosas materiales, sino que también incluye bendiciones espirituales, paz mental y fortalecimiento de la fe. El mes de Ramadán es una oportunidad para crecer espiritualmente, realizar cambios positivos en la vida y beneficiarse de las bendiciones divinas.