El mundo cansado, a la espera de un salvador
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Pars Today - La humanidad actual, cansada del callejón sin salida de las ideologías e injusticias, espera más que nunca un Salvador y la Justicia Divina.
(last modified 2025-10-06T04:00:50+00:00 )
Oct 06, 2025 03:54 UTC
  • El mundo cansado, a la espera de un salvador

Pars Today - La humanidad actual, cansada del callejón sin salida de las ideologías e injusticias, espera más que nunca un Salvador y la Justicia Divina.

Según Pars Today, rara vez ha habido un período en la historia en el que la sociedad humana haya sentido tanta necesidad de un salvador como en la actualidad; una necesidad que a veces se forma conscientemente en la élite y a veces en el subconsciente de las masas. El hombre actual, tras experimentar diversas ideologías y corrientes, desde el comunismo hasta la democracia liberal occidental, aún no ha alcanzado la paz y la felicidad.

Los asombrosos avances científicos han transformado la vida humana, pero no han podido saciar la sed de justicia y felicidad. Hoy en día, el mundo está plagado de divisiones de clase, pobreza, enfermedades, prostitución, injusticia y el abuso del conocimiento por parte de los poderosos. En lugar de servir a la humanidad, la ciencia se ha convertido, en muchos casos, en una herramienta de dominación, belicismo y saqueo de naciones. El resultado de este proceso es la fatiga y la ansiedad globales, y una creciente necesidad de una mano salvadora; una necesidad prometida en todas las religiones y que encuentra significado en la cultura islámica en la persona  Noble Wali Asr —el Guardián de la Era— (que Dios apresure su venida).

Justicia, la misión del Salvador

En las enseñanzas islámicas, la misión principal del Mahdi Prometido (que Dios acelere su llegada) no es otra cosa que la difusión de la justicia; la misma promesa divina: “Alá llenará la tierra de justicia y equidad”. Esta justicia no se limita a un área específica; la justicia en el poder, la riqueza, la salud, la condición humana, la dignidad social, la espiritualidad y el crecimiento se materializarán a la luz de su reaparición. La justicia global no es posible con tecnología y ciencia avanzadas, sino solo con el poder divino y la guía del infalible Imán.

Expectativa: Más allá de la mera necesidad

Sin embargo, sentir necesidad no basta. En las enseñanzas islámicas, se nos pide “esperar”, un concepto que va más allá de la necesidad, es decir, la esperanza y la creencia en un futuro seguro. Esperar no es un estado pasivo de angustia, es una esperanza constructiva y un movimiento dinámico que se ha introducido en las narraciones como la mejor acción. El Santo Profeta (la paz sea con él) dijo: “La mejor obra de una nación es esperar la liberación”. Esperar salva a la persona de la desesperación y la decepción, y le brinda paz. La nación que espera nunca desespera ante los problemas de la vida y siempre espera con ansias la apertura divina.

Espera: preparación y acción

Esperar no significa impaciencia ni fijar un plazo. Precipitarse y fijar un plazo para la aparición va en contra de las enseñanzas religiosas. La verdadera espera significa prepararse a uno mismo y a la sociedad; es decir, intentar acercar las condiciones de vida a la sociedad mahdavi, basada en la justicia, la espiritualidad, el conocimiento, el honor, la hermandad y la dignidad humana. La sociedad que espera debería construir un pequeño modelo de la sociedad mahdavi en la medida de sus posibilidades. La espera no se limita a la manifestación final. En la cultura religiosa, el “alivio tras la adversidad” también ocupa un lugar importante; es decir, la esperanza de abrirse tras las dificultades diarias y las crisis sociales. Incluso en los acontecimientos más difíciles que llevan a las personas a la desesperación y, a veces, al suicidio, una mirada esperanzadora al futuro previene el colapso psicológico y social.

El camino hacia la paz durante la espera

Además de la esperanza social, la espera del alivio también brinda paz personal. La oración, la súplica y la súplica a Dios, así como la reconciliación con Ahl al-Bayt (P), pueden profundizar esta paz. Como promete el Sagrado Corán: “No es con el recuerdo de Dios que los corazones están seguros”. El recuerdo de Dios libera el alma humana de la agitación y fortalece la esperanza en el futuro.

Hoy, la humanidad necesita la salvación más que nunca. Las ideologías han fracasado y la ciencia no ha logrado traer justicia y paz. El hombre contemporáneo espera la poderosa mano de Dios, que se manifestará en la llegada del  Noble Wali Asr (que Dios apresure su venida). No obstante, no es solo sentarse, es un movimiento para construir una sociedad más justa, espiritual y humana en el camino hacia el cumplimiento de la promesa divina. Esperar es una esperanza que conduce a la humanidad del corazón de las tinieblas a la luz; una esperanza que es el comienzo de la salvación.