El Gobierno negociará con las comunidades el reparto de menores inmigrantes
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Mientras que media docena soportan todo el peso de los 7.000 menores el resto se desentiende del problema
(last modified 2019-02-14T17:08:19+00:00 )
Ago 06, 2018 03:45 UTC
  • El Gobierno negociará con las comunidades el reparto de menores inmigrantes

Mientras que media docena soportan todo el peso de los 7.000 menores el resto se desentiende del problema

Llegan en pateras, en el maletero de un coche o en los bajos de un camión. En muchas ocasiones sus padres ni siquiera saben dónde están, mucho menos que han llegado a Europa. Están solos y su tutela pone en jaque la red de acogida de varias comunidades autónomas. Son ya más de 7.000, el 70% marroquíes. Andalucía, Cataluña y Ceuta y Melilla tutelan a más del 67% de estos menores que se han convertido en una prioridad para el Gobierno. La llegada es incesante: ayer fueron 12 menores en dos pateras. Mañana el Gobierno se reunirá con las comunidades para afrontar el principal problema: lograr un reparto más equitativo.

Los menores extranjeros que desembarcan irregularmente en España se han convertido en una de las prioridades de la política migratoria que aún está perfilando el Gobierno. Preocupan por su vulnerabilidad, pero también porque el modelo actual de atención, distribución y protección de los más pequeños hace agua. Entre 50 y un centenar duermen en las calles de Melilla; en Andalucía, cuando llega la hora de dormir en los centros de acogida, se plantan colchones hasta en el comedor y en Cataluña han llegado a pasar la noche al raso a la espera de que se les asigne destino.

Además, el reparto es muy desigual. Las comunidades citadas se responsabilizan del grueso de estos menores (Andalucía tiene tutelados 2.597 y Cataluña 1.012), mientras que hay otras, como La Rioja, Extremadura o Castilla y León que apenas sienten el problema.

Los números han batido récords. En apenas dos años los menores tutelados por las Administraciones autonómicas han pasado de 3.997 en 2016 a 7.145, a 30 de junio de este año, antes de que se intensificaran las llegadas a las costas españolas durante el mes de julio.

Cerca del 70% provienen de Marruecos, pero en el último año la cantidad de jóvenes originarios de países como Costa de Marfil o Guinea ha aumentado más de un 160%, de acuerdo con Save the Children. Son jóvenes que pasan meses intentando alcanzar Europa y las secuelas de sus viajes hacen además más compleja su atención. Abdul (nombre ficticio) salió hace año y medio de Guinea y, tras ser rescatado por el buque Aquarius en junio, vive en un centro de menores de Alicante. “He estado en tres prisiones en Libia. Vivía a base de pan y agua salada, aunque los viernes nos daban macarrones que nos hacían sentirnos mal el resto del día”, cuenta el adolescente de 16 años con los puños apretados. Abdul, huérfano de madre desde los 12 años, se recuerda siempre triste. “También ahora”, mantiene.

Para definir las directrices en esta materia, el Gobierno ha convocado el lunes la Conferencia Sectorial de Inmigración, que no se reunía desde 2015. Al encuentro, de carácter consultivo, deben acudir representantes de todas las comunidades y de Ceuta y Melilla. La invitación es escueta y con un único y genérico punto del día: “Situación migratoria en España y líneas de actuación en materia de política de inmigración”. La prioridad, sin embargo, es el reparto más ecuánime de los menores no acompañados, cuya tutela desborda a algunas comunidades, especialmente a Andalucía que asume el cuidado del 36% de los menores extranjeros de toda España, según datos del Ministerio del Interior. La siguen Cataluña (1.012), Melilla (933), País Vasco (713), la Comunidad Valenciana (464), Madrid (450) y Ceuta (265). En el otro extremo, La Rioja, que solo acoge a uno de estos menores, o Extremadura (siete). Estas cifras, sin embargo, son de una fiabilidad relativa, según expresan en el Gobierno que no cree que el registro sea riguroso. Este depende del Ministerio del Interior que, a su vez, se nutre de lo que le dicen las comunidades.