Oct 05, 2018 13:37 UTC

La tensión en Cataluña entre fuerzas independentistas por la suspensión de diputados en prisión y el exilio, ha hecho tambalear al Gobierno catalán.

La tensión entre Junts per Catalunya (JxCat) y la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha aflorado de manera abierta durante la última jornada del debate de política general.

La suspensión de los diputados en la cárcel y el exilio ha desatado la polémica ante la aceptación del auto del juez sin admitir un acatamiento directo, como ha explicado desde Bruselas el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont.

Tras horas de reuniones, ambas formaciones han salvado en extremis la legislatura con una fórmula intermedia, delegando sus derechos en diputados sustitutos, y evidenciando su rechazo a suspensión.

El unionismo ha calificado la jornada de vergonzosa y ha apostado por elecciones en Cataluña ante la inestabilidad del Gobierno.

Después de una jornada caótica marcada por los embrollos jurídicos y la desconfianza entre independentistas pragmáticos y otros menos, finalmente el pleno se ha vuelto aplazar como ya sucediera antes del verano.

Port su parte, el presidente catalán, Quim Torra, ha pedido a los principales líderes mundiales mediación en el conflicto, mientras el Gobierno de España ha rechazado reunirse por ahora con el mandatario catalán en la Generalitat, al no considerarlo el momento idóneo. La Moncloa, de hecho, sopesa convocar elecciones antes de finalizar la legislatura, precisamente por la posible falta de apoyos independentistas.

 

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