Españoles, insatisfechos con el funcionamiento de la democracia

Pars Today- Una encuesta arroja que un 61 % de los españoles está insatisfecho con el funcionamiento de la democracia frente al 39 % de los europeos.

El sondeo, realizado antes de que tengan lugar las elecciones europeas de mayo de 2019, señala que el 87 % de los españoles desconfía de los partidos políticos, una cifra que demuestra una gran desconfianza respecto al 69 % de los europeos que se han manifestado sobre esta cuestión.

Por otro lado, los datos del último Eurobarómetro muestran que el nivel de satisfacción de los españoles en cuanto al funcionamiento de la democracia en la Unión Europea (UE), un 36 %, es más bajo que el resto de europeos, un 49 %.

En este sentido, el 23 % de los españoles tiene una imagen globalmente positiva del Parlamento Europeo frente al 32 % del resto del bloque comunitario. Además, el 71 % de los españoles desea que esta institución desempeñe un papel más importante en el futuro en comparación con el 48 % de los europeos.

Sin embargo, el 51 % de los españoles encuestados se ha expresado neutral sobre la Eurocámara, mientras que en el caso de los europeos este número se sitúa en un 43 %, y solo el 22 el 21 %, respectivamente, tiene una imagen negativa sobre la institución parlamentaria.

Además, en cuanto a la pregunta de si sienten que sus voces son escuchadas cuando la UE adopta decisiones, el 59 % de los ciudadanos españoles dudó al respecto y no creyó que se tuvieran en cuenta sus opiniones, y en el resto de países europeos un porcentaje menor, un 47 %, se mostró escéptico.

Un reciente artículo de opinión del diario estadounidense The New York Times asegura que la democracia europea está “en ruinas” y cita a España, además de a otros países de Europa como ejemplo de ello, y explica los motivos de este proceso en el que las élites se han establecido en el Estado de Derecho.

Por otra parte, el semanario The Economist advirtió en su informe anual, publicado el pasado mes de enero, de que España está a punto de ser calificada como una “democracia defectuosa” debido al “trato represivo” que el Gobierno de Madrid ha dado a las aspiraciones independentistas en Cataluña.