Gobierno español avisa a Torra de su “desobediencia”
Los lazos amarillos que aún permanecen colgados en las fachadas de los principales edificios gubernamentales de la Generalitat siguen siendo motivo de advertencia por parte del Gobierno central y de los partidos llamados constitucionalistas.
La ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo socialista, Isabel Celaá, ha considerado que el president de la Generalitat Quim Torra “pasaría la raya de la desobediencia” si no retira estos símbolos tal y como reclama la Junta Electoral Central (JEC), algo que “sería la primera vez que lo hiciera”, ha resaltado. Esta aviso contrasta con la opinión del presidente del PP, Pablo Casado, que ha vuelto a justificar la necesidad de aplicar el artículo 155, informó La Razón.
Los lazos amarillos que aún permanecen colgados en las fachadas de los principales edificios gubernamentales de la Generalitat siguen siendo motivo de advertencia por parte del Gobierno central y de los partidos llamados constitucionalistas. La ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo socialista, Isabel Celaá, ha considerado que el president de la Generalitat Quim Torra “pasaría la raya de la desobediencia” si no retira estos símbolos tal y como reclama la Junta Electoral Central (JEC), algo que “sería la primera vez que lo hiciera”, ha resaltado. Esta aviso contrasta con la opinión del presidente del PP, Pablo Casado, que ha vuelto a justificar la necesidad de aplicar el artículo 155.
En declaraciones a RNE, Celaá ha insistido en la posición expresada este martes por Moncloa cuando aseguró que el Gobierno estará con lo que dictamine la JEC sobre la retirada de las banderas estelades y de los lazos amarillos de los edificios públicos catalanes, pero ha avisado de que la resistencia de Torra a obedecer a la JEC supondría un antes y un después desde que el Sánchez llegó al Gobierno e inició un plan de distensión con Catalunya. Así, la portavoz ha evidenciado al president que si no retira esta simbología estaría rebasando la “raya de la desobediencia”, algo que hasta la fecha no había sucedido.
Los lazos amarillos que aún permanecen colgados en las fachadas de los principales edificios gubernamentales de la Generalitat siguen siendo motivo de advertencia por parte del Gobierno central y de los partidos llamados constitucionalistas. La ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo socialista, Isabel Celaá, ha considerado que el president de la Generalitat Quim Torra “pasaría la raya de la desobediencia” si no retira estos símbolos tal y como reclama la Junta Electoral Central (JEC), algo que “sería la primera vez que lo hiciera”, ha resaltado. Esta aviso contrasta con la opinión del presidente del PP, Pablo Casado, que ha vuelto a justificar la necesidad de aplicar el artículo 155.
En declaraciones a RNE, Celaá ha insistido en la posición expresada este martes por Moncloa cuando aseguró que el Gobierno estará con lo que dictamine la JEC sobre la retirada de las banderas estelades y de los lazos amarillos de los edificios públicos catalanes, pero ha avisado de que la resistencia de Torra a obedecer a la JEC supondría un antes y un después desde que el Sánchez llegó al Gobierno e inició un plan de distensión con Catalunya. Así, la portavoz ha evidenciado al president que si no retira esta simbología estaría rebasando la “raya de la desobediencia”, algo que hasta la fecha no había sucedido.
Torra está en “permanente búsqueda de conflicto”, algo que ha tildado de “penoso”, pero que hasta el momento no había pasado de “una retórica muy molesta, a veces inaceptable”
ISABEL CALAÁ Ministra de Educación y portavoz del Gobierno
Celaá ha atribuido esta resistencia del president a obedecer las directrices de la JEC al hecho de que Torra está en “permanente búsqueda de conflicto”, algo que ha tildado de “penoso”, pero que hasta el momento no había pasado de “una retórica muy molesta, a veces inaceptable”, pero sin más consecuencias. Para la dirigente, la reacción del president es “claramente electoralista”, “una gesticulación” de cara a los independentistas en la que busca “heroicidad”.
La ministra ha atribuido el hecho de que Torra haya “dibujado un pasillo a través del Síndic de Greuges” a la novedad que supondría esta “desobediencia” y esta búsqueda de la confrontación. En todo caso, ha querido diferenciar entre la posición del Gobierno sobre Catalunya, a las órdenes de la JEC, de la que mantienen “las derechas”, que “sólo están por promover el conflicto”.