Unos 15.000 automóviles han participado, según la policía, en las cincuenta manifestaciones convocadas en todo el país para reivindicar el «derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos
«Lo más sangrante de esta ley contraria a la libertad de enseñanza es que el Ejecutivo la haya aprobado en plena pandemia, sin el consenso de la gente», Antonio Amate es el coordinador de Más Plurales, plataforma que ha impulsado las cincuenta manifestaciones que a media mañana han tenido lugar en toda España con una única consigna: parar la «ley Celaá», en lo que Amate dice es la «última oportunidad» antes del próximo 23 de diciembre, momento en el que previsiblemente se apruebe la octava ley de educación de la democracia española en el Senado, ha reportado ABC.
Lazos naranjas en las ventanillas, conductores tocando el cláxon al unísono y carteles de «Se vende: Libertad». Esos son los detalles de la foto de una marea naranja que ha recorrido el Paseo de la Castellana de Madrid desde las once de la mañana. La movilización de este domingo es la sexta celebrada en los últimos dos meses, en el marco del calendario de la campaña «Más Plurales, Más Libres, Más Iguales» para paralizar la Lomloe.
Automóviles «tuneados» de naranja y en los que viajan familias con niños pequeños, profesores de Educación especial y partidarios de la Concertada. Muchos, con las ventanillas bajadas, escuchan «Libre», de Nino Bravo. Es el caso de los padres de Lucía, Pedro e Irene -ninguno mayor de diez años- «Tenemos derecho a decidir cómo queremos que se eduque a nuestros niños». Otro de los temas que se entreoye mezclado con los pitidos de los automóviles es el del grupo español Jarcha, «Libertad sin ira». Es una manifestación en decibelios.
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