La taberna de Yahia: La resurrección de Cortés

Por si no bastaba el colonialismo integral de más de medio milenio que ha vivido América (hoy destaca el litio de Bolivia, por ejemplo), y la reescritura de la historia que siempre pergeñan los vencedores, a ésta misma historia que adecuaron previamente a sus intereses, la vuelven a transformar para reivindicar a sus genocidas, pero además revistiendo de cada valor negativo posible a las personificaciones de los vencidos, y también cada contexto donde las muestran.

 

Esto es en breve la crítica al 1er capítulo de la serie "Hernán", el nuevo producto mediático del ala blanda de la guerra de colonización de nuestro continente.

 

Empero, el asunto tiene sus bemoles, y necesitan ser precisados para fundamentar este juicio, y explayarlo.

 

Si eres mexicano, y le sabes un poco a Tenochtítlan, lo que esperabas ver en la serie es la más bella ciudad conocida hasta entonces por el mundo, también la más poblada, y esto, en la escenografía del sitio que en su ensayo "Visión de Anáhuac" llamó Alfonso Reyes "la región más transparente del aire". Es decir, a la par de la majestuosidad de su constructor, estaba enclavada en un valle privilegiado que la destacaba aún más.

 

Sumado a esto, se debe recordar que tenía "ubicuos murales polícromos", ninguno para decorar, y todos para enseñar, para transmitir, para elevar. La ciudad era nuestro Códice Magno. El barroco languidecía frente a nuestras expresiones. Incluso de noche era una antorcha gigante y visible desde cualquier sitio del valle, pues estaba iluminada todo el tiempo.

 

Y no, no le hicieron justicia. Si podemos conceder que por ahorrar en extras o en personajes virtuales, la plasmaron con muy pocos tenochcas, la concesión estética no puede pasar de largo, por varios motivos: el primero es que es uno de nuestros orgullos nacionales, y desatender los iconos de una nación, revela un auténtico desinterés en ella. La muestran oscurecida, incluso en los pocos frescos con que decoran sus acartonados "sets", pues a la par de su pobreza minimalista, cuando hay imágenes murales, todas tienen una pátina transmilenaria completamente inexplicable.

 

Usted dirá, "hombre, qué fijado, ¡no se puede estar en todo!", y uno lo diría también; el detalle es que lo dicho no está solo: forma parte de un patrón consistente de tratamiento hacia los indígenas, que no se da con los conquistadores, implicando que la forma es el contenido.

 

La segunda violación de Marina:

el "derecho de pernada serial".

 

Ahora, en tanto a la Malinche, no se detuvieron las manos para escribir un guión donde vuelven a hacer uso de uno de los recursos más bajos para captar y capturar audiencias: la actriz que le da vida, pasa por escenas pornográficas, que más que ser absolutamente innecesarias para dar cuenta de sus vínculos carnales consecutivos con los castillas, son un acto de violencia visual y moral, y la segunda entrega de su abuso. Ahora a través de su muñeca vudú humana. (1)

 

Hay quien está tan adormecido al respecto, que considera naturales estos montajes.

 

Y es que no se nos ha mostrado otro mundo, y a éste, no se le ha cuestionado. (2)

 

Por inicio, debemos recordar la aseveración de un director mexicano sobre las escenas XXX de cada película nacional. Dijo que si no las ponían, el público no iba a los cines. Es decir, adjudicaba el motivo del espectador al "voyeurismo". Esto habla muy mal de su percepción sobre sus clientes, pues les considera bestias sobornables, o lo mínimo, parafílicos.

 

Supondríamos entonces, que hacer pasar a la actriz por esos episodios, sólo fue para poder "cautivar" a los televidentes desde el mero arranque de la serie; mas como dijimos, éste, es un elemento más de una sojuzgación mediática, que renueva las anteriores, y da inicio a su nueva campaña.

 

Una campaña que en el colonialismo anglosajón tuvo un éxito previo, pues en la historia oficial norteamericana, no hay rastro de las Naciones Indias, y el educando cree firmemente, que los indígenas son sólo de cine y museo.

 

En el caso hispano, no se trata de borrarnos de la historia oficial, sino de distorsionar nuestra percepción de ella con herramientas de alto impacto indoctrinativo: la mayoría de los que vean la serie, creerán a Tenochtítlan una ciudad zombie, por principio de ejemplos, cuando por mérito propio, es una de las 8 maravillas del mundo.

 

Para concluir, no le recomendamos a nadie ver este libelo, ni a adultos, y menos a niños.

 

En cambio, promovemos la lectura de la última edición de "Visión de los vencidos", de nuestro gran sabio, Don Miguel León Portilla, erudito impar de la Nación [qepd]. (3)

 

Estamos seguros de que esta nueva colonización multimedia, es la respuesta puntual, a la exigencia nacional a la "Corona Castellana" de reivindicarse, por lo menos, pidiendo perdón. (4)

 

Su negativa sola, diagnostica su sociopatía transgeneracional.

 

Su renuevo marcial, ya da cuenta de la oficialización de su locura, y de su incurabilidad. Una lástima.

 

Por nuestra parte, sólo creeremos cierto un arrepentimiento, con el cese del colonialismo, y la abdicación real.

 

tepantzin tlacaztal.li

 

(1)

https://www.elmundo.es/cultura/cine/2019/12/04/5de7e527fc6c8352398b458b.html?cid=BOOREC&utm_source=taboola&utm_medium=internal-referral

 

(2)

https://youtu.be/85DC9MLmkn0

 

(3)

http://www.historicas.unam.mx/investigacion/investigadores/leon-portilla-in-memoriam.html

 

(4)

https://elpais.com/internacional/2019/03/25/mexico/1553539019_249884.html

 

Por: Iván Ardila