Yemen tilda de “gran traición” a causa palestina el foro de Baréin
Yemen denuncia el foro proisraelí de Bareín como una “gran traición” a la causa palestina y una “clara normalización pública” de lazos con el “criminal” Israel.
Yemen se ha sumado a países, como El Líbano y Palestina, que consideran el foro, que tiene lugar entre ayer y hoy en Baréin para presentar el llamado ‘acuerdo del siglo’ de EE.UU., un esfuerzo más para liquidar la causa palestina “a cambio de un puñado de dólares”.
El ministro yemení de Información, Daifulá al-Shami, catalogó el plan, auspiciado por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, de “gran traición” a la causa palestina y un claro intento de mostrar en público la normalización de lazos con “el enemigo, la entidad sionista”.
“El liderazgo y las naciones yemeníes consideran a todos los partícipes en el taller de Baréin traidores y vendedores de la causa palestina”, sostuvo Al-Shami en una entrevista concedida el martes a la cadena local Al Masirah.
Recalcó asimismo que los yemeníes dan prioridad a la causa palestina y subrayó la importancia de adoptar “medidas prácticas” que faciliten la victoria de los palestinos ante “el enemigo sionista”
Al-Shami se mostró también convencido de que la gente de varios países árabes que no comparten la misma postura proisraelí de sus respectivos gobiernos, son capaces de cambiar “la situación política” y “ejercer presiones sobre el enemigo” israelí.
“Vamos a poner de lado todas las diferencias y movilizarnos como árabes contra Israel enemigo”, remarcó el ministro yemení.
La Casa Blanca dice que el objetivo de tal acuerdo es recaudar para la región inversiones por un valor de 50 000 millones de dólares, de los cuales más de la mitad se destinarían a los territorios palestinos en la siguiente década y el resto servirá para impulsar las economías de Egipto, Jordania y El Líbano.
En contraposición a las alegaciones de Washington, distintas fuentes han filtrado que el llamado “acuerdo del siglo” de Trump, en las que están impresas las huellas dactilares del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no contempla ni un Estado soberano palestino ni el retorno de los refugiados expulsados tras la creación del régimen israelí.
Distintos países han boicoteado el foro de Baréin por no contar con la participación de los palestinos ni contemplar sus reivindicaciones.
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