EEUU e Israel apoyan disturbios en Irak
PasrsToday- El presidente de EE.UU. y el canciller israelí mostraron su satisfacción por los disturbios en Irak y expresaron su apoyo a que se mantenga esta situación.
Irak ha sido escenario de protestas antigubernamentales, por primera vez desde el 1 de octubre y durante unos días y luego desde el 25 de octubre hasta la fecha, las cuales han desembocado en violencia callejera, provocando muchos muertos y heridos entre los manifestantes.
Las manifestaciones del pueblo iraquí son una reacción justa al aumento del desempleo, la pobreza, la corrupción y los pobres servicios sociales. Pero la violencia callejera y los intentos de provocar enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los indignados constituyen un complot planificado por los opositores del sistema político iraquí.
Estados Unidos e Israel, además de estar contentos por la inseguridad en Irak, apoyan y conducen las protestas pacíficas hacia la violencia callejera.
El presidente norteamericano, Donald Trump, ha reproducido dos videos publicados en las cuentas de Twitter de la cadena Iran International y el portal Arab News sobre el reciente asalto al consulado iraní en la ciudad de Karbala.
Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Yisrael Katz, el domingo 3 de noviembre en un tuit respaldó abiertamente los acontecimientos en Irak acusando a Irán de estar implicado en la violencia en ese país.
Estos mensajes apuntan a algunos puntos importantes. El primero es que Estados Unidos e Israel junto con el eje árabe están liderando la violencia callejera en Irak.
Al respecto, Qais al-Khazali, secretario general del Movimiento Asa'ib Ahl al-Haq de Irak, denunció: "Israel, de modo más poderoso que Estados Unidos, está involucrado en estos disturbios (…) El Mossad está presente en varias provincias del norte de Irak, incluso en Sulaimaniya. También hay una base conjunta de la CIA y el Mossad en el aeropuerto de Bagdad. El Mossad está tratando de reclutar a algunos miembros de los movimientos desviacionistas y a los excomulgados de distintos partidos para azuzar los enfrentamientos".
En segundo lugar, Washington y Tel Aviv están tratando, a través de las corrientes desviacionistas chiítas y los restos del partido Baath, de influir en los desarrollos de Irak y cambiar el carácter económico de las reivindicaciones populares por carácter político.
En tercer lugar, Estados Unidos e Israel, usan sus medios de comunicación, así como las redes sociales, intentan insinuar que las manifestaciones van dirigidas a la República Islámica de Irán, para así seguir sus objetivos antiraníes en la cancha iraquí. Israel, EE.UU. y el eje árabe, por un lado, están descontentos por las estrechas relaciones Teherán-Bagdad y, por el otro, no reconocen la influencia regional de la República Islámica.
El régimen sionista, EE.UU. y el eje árabe, decepcionados con la estrategia de máxima presión contra Irán y al fracasar en provocar disturbios en este país, ahora están tratando de sembrar inseguridad en los países aliados de Irán en la región, y luego, con una amplia propaganda, buscan culpar a la República Islámica de la inseguridad, además de deteriorar las relaciones de Teherán con sus aliados, incluida Bagdad.
Para finalizar, cabe señalar que el pueblo iraquí no se deja llevar por el enfoque hebreo-árabe-estadounidense y al quemar las banderas de Israel y Estados Unidos, ha demostrado su rechazo a cualquier intromisión extranjera en los asuntos internos de su país.
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