¿Es posible una guerra entre Turquía y el régimen sionista?
Pars Today - El reciente ataque del régimen sionista a Catar ha intensificado las tensiones entre Turquía e Israel, planteando la posibilidad de una confrontación directa entre Ankara y Tel Aviv.
Según recoge Pars Today, los analistas israelíes afirman que desde la operación 'Tormenta de Al-Aqsa' el 7 de octubre de 2023, el régimen sionista ha cambiado su doctrina de seguridad nacional para tratar todas las amenazas potenciales como amenazas inmediatas, en lugar de posponer la respuesta. En el lapso de dos años después del 7 de octubre, Israel ha exhibido un patrón de comportamiento agresivo al ejecutar numerosos ataques inéditos contra países vecinos.
Israel ha atacado hasta ahora a seis países de Asia Occidental: Palestina (Gaza), El Líbano, Siria, Yemen, Irán y luego Catar, durante la guerra de dos años en Gaza. De hecho, el ataque a la capital catarí de Doha ha hecho sonar las alarmas para países como Turquía y Paquistán.
Asimismo, han aumentado los ataques verbales entre los líderes israelíes y de Turquía. Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, dijo en Jerusalén: "Estamos aquí (en Al-Quds, Jerusalén). Esta es nuestra ciudad. Señor Erdogan, ésta no es su ciudad. Es nuestra ciudad. Siempre será nuestra ciudad. No volverá a ser dividida".
El reciente ataque a Doha, la capital de Catar, indica la expansión del alcance de las agresiones de Israel a nuevos países que no habían sido objetivo directo anteriormente. Esta acción, que constituye una clara violación del derecho internacional, ha generado serias preocupaciones en la región. Al atacar a los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) en Catar, Israel ha enviado un mensaje a Turquía: el último refugio de HAMAS en Turquía podría ser el próximo objetivo.
Según muchos analistas de política exterior, la pertenencia de Turquía a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no ofrece protección contra un ataque israelí. Un ataque de Israel podría ser considerado como legítima defensa contra un país que apoya el terrorismo, y la respuesta colectiva de la OTAN según el Artículo 5 no es automática.
El análisis de las publicaciones israelíes, y sobre todo del periódico Haaretz, muestra que Turquía podría ser el próximo objetivo de Israel debido a su apoyo a HAMAS y al fortalecimiento de su presencia militar en Siria. Esta probabilidad se ve reforzada por la creciente competencia entre ambas partes en Siria y las declaraciones hostiles mutuas, incluido el reconocimiento del genocidio armenio por parte de Netanyahu.
Turquía, como miembro de la OTAN, se está preparando para las amenazas de Israel fortaleciendo su infraestructura militar, incluyendo sistemas de defensa y producción de armamento. El reciente ataque de Israel a equipos de radar turcos en Siria, que resultó en la muerte de varios militares turcos, y la disposición de Ankara a apoyar a grupos locales contra Israel, son claros indicios de esta confrontación.
La mediación de la República de Azerbaiyán en abril para evitar conflictos accidentales entre Turquía e Israel fue solo una solución temporal y no logró resolver las raíces de la tensión. Por otro lado, la creciente cooperación entre Turquía y Catar en Siria, especialmente tras la caída del presidente sirio, Bashar al-Asad, ha intensificado las preocupaciones de Israel.
Desde una perspectiva militar, Israel tiene superioridad con su tecnología avanzada, fuerza aérea y arsenal nuclear, pero el ejército turco, como uno de los ejércitos más grandes de la OTAN, tiene la capacidad de plantear serios desafíos. El intento de Israel de impedir la venta de cazas F-35 a Turquía demuestra la preocupación de Tel Aviv por el fortalecimiento militar de Ankara.
Turquía ha aumentado recientemente la inversión en sus capacidades de misiles y defensa aérea, y a principios de este año presentó nuevos sistemas de misiles balísticos y de crucero. Erdogan también inauguró un centro de investigación de 1500 millones de dólares para la empresa contratista de defensa Aselsan, que desarrolla radares, sistemas de guerra electrónica y defensa aérea bajo la marca "Cúpula de Acero".
Esto incluye el sistema de defensa aérea SİPER, capaz de atacar objetivos a un alcance de 150 km. La flota de cazas F-16 de Turquía, la columna vertebral de su fuerza aérea, está envejeciendo, y las negociaciones con EE.UU. para reincorporarse al programa F-35 se encuentran estancadas, lo que ha llevado a Ankara a recurrir al desarrollo de plataformas autóctonas como el caza de quinta generación 'Kaan', previsto para 2030, y el jet no tripulado furtivo 'Kızılelma'.
Los analistas turcos creen que cualquier violación del espacio aéreo turco por parte de Israel provocaría una respuesta inmediata y contundente por parte de Ankara. A pesar de las continuas interpelaciones y amenazas de las autoridades del régimen sionista hacia Turquía y sus funcionarios, el comercio marítimo entre ambos países se mantiene.
Pese a las relaciones económicas y comerciales entre Turquía e Israel, Benjamín Netanyahu, el aventurero primer ministro israelí, no tiene reparos en atacar a Turquía bajo el pretexto de eliminar a los funcionarios y líderes de HAMAS en ese país. Sobre todo, porque el presidente norteamericano Donald Trump ha dado prácticamente luz verde a todas las acciones inauditas de Tel Aviv al atacar a los países de la región.