¿Qué busca el representante de la Casa Blanca en Irak?
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Mark Sawaya, representante de la Casa Blanca en Irak
Pars Today - A medida que se intensifica la competencia política en Irak, surge una pregunta clave: ¿qué papel busca desempeñar el representante de la Casa Blanca en la escena política iraquí?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha nombrado a Mark Savaya, un iraquí adinerado y poco conocido, como su enviado especial para Irak este año. Según Pars Today, citando a IRNA, el nombramiento de Sawaya, quien también figura en la lista de personas influyentes en las redes sociales estadounidenses, ha generado una reacción generalizada y mucho debate y controversia en los círculos políticos iraquíes.
De acuerdo con observadores, la designación de una figura no diplomática llamada Mark Sawaya, originaria de una comunidad cristiana caldea iraquí, como enviado especial del presidente estadounidense a Irak, junto con Jared Kushner, yerno de Donald Trump, ha revelado los esfuerzos de Estados Unidos por cambiar las reglas del juego en Irak a su favor.
Muchos activistas políticos iraquíes temen que Mark Sawaya actúe como Zalmay Khalilzadeh, un afgano que fue enviado del presidente estadounidense a Afganistán y perturbó la situación en ese país, o como Tom Brock, un libanés a quien Trump presentó como su enviado especial en el Líbano y que condujo a una escalada de tensiones internas en este país, y que Sawaya y Kushner persigan la misma misión en Irak en una escala aún mayo.
Juma al-Atwan, director del Centro de Estudios Estratégicos "Afq" (Horizont) iraquí, cree que Washington, como ya hizo en el pasado, participará sin duda en la formación de coaliciones para un nuevo gobierno iraquí, a través de sus enviados especiales, y está intentando alinear las coaliciones políticas y el futuro gobierno iraquí con las políticas estadounidenses.
Al-Atwan afirma: "Los movimientos políticos chiíes han aprendido a replicar este juego de los estadounidenses y han preparado escenarios que probablemente implicarán sacrificar a varios pequeños movimientos políticos cercanos a la resistencia para convencer a Estados Unidos de que los eluda y forme un nuevo gobierno".
Si bien Al-Atwan se muestra optimista sobre el proceso de este ciclo electoral, también enfatiza que los desafíos y problemas serán numerosos. Aunque estos desafíos fueron quizás mayores en ciclos anteriores que en el actual, Irak logró superarlos, gracias a la madurez necesaria que han alcanzado los movimientos políticos.
Más de 12 millones de personas tienen derecho a voto en las sextas elecciones parlamentarias iraquíes en las que compiten 7926 candidatos para uno de los 329 escaños parlamentarios en juego. A diferencia de las elecciones de 2021, cada provincia iraquí se considera un distrito electoral, lo que evitará que los representantes pierdan sus votos, como en las elecciones anteriores, cuando las elecciones se basaron en múltiples circunscripciones.