Reino Unido debe aclarar su postura antirrusa tras el brexit

Reino Unido debe aclarar su postura sobre las sanciones antirrusas después del ‘brexit’, sugiere el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes.

"El Ministerio de Asuntos Exteriores debe aclarar cómo el Reino Unido va a imponer las sanciones después del brexit, explicar si el brexit cambiará el actual régimen de sanciones y analizar costes y beneficios de los posibles modelos de futuras sanciones británicas", indica el informe sobre las relaciones entre el Reino Unido y Rusia publicado este jueves.

Agrega que el Comité espera que la Cancillería británica publique su análisis para marzo de 2018. Aun así, los parlamentarios instan a este ministerio a establecer un diálogo constructivo y regular con Rusia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores debe aclarar cómo el Reino Unido va a imponer las sanciones después del brexit, explicar si el brexit cambiará el actual régimen de sanciones y analizar costes y beneficios de los posibles modelos de futuras sanciones británicas", indica el informe el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes británicos.

El Reino Unido "debe mantener un diálogo político constructivo y regular con Rusia, incluido a nivel de los ministerios", señala la nota parlamentaria. Añade que "los ministros deben dialogar de manera sincera y abierta, basándose en un análisis de tareas a corto y largo plazo que tiene Reino Unido en sus relaciones con Rusia".

La Cámara de los Comunes del Parlamento británico dio luz verde el 1 de febrero a una ley que pone en marcha el proceso del brexit.

En el referéndum sobre el brexit del 23 de junio de 2016, el 52 % de los británicos votó a favor de la salida del Reino Unido de la UE, frente a un 48 % que se mostró en contra.

Rusia y el Occidente viven relaciones tensas a raíz de la crisis en Ucrania. A finales de julio de 2014, EE.UU. y la Unión Europea (UE) impusieron varios paquetes de sanciones unilaterales que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa, esgrimiendo una supuesta intervención de Moscú —que el Kremlin niega— en la crisis de Ucrania.

En respuesta, Rusia decidió medidas de embargo a productos provenientes de los países sancionadores y elaboró una lista de más de 200 personas de la UE y EE.UU. para denegarles visados de entrada.