Orejuela: 5 países con derecho a veto determinan el orden mundial en la Asamblea General de la ONU
Naciones Unidas se ha convertido en un organismo burocratizado que ha sido incapaz de paralizar las agresiones de varios países del mundo, asegura el doctor Libardo Orejuela.
El profesor y rector de la Universidad Libre de Cali, Colombia, ha comentado el papel de las Naciones Unidas, en el marco del 73.o periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, celebrado del 25 de setiembre al 1 de octubre.
El politólogo colombiano hizo un recuento de formación del organismo internacional.
“La ONU surge como consecuencia, realmente, del fin de la Segunda Guerra Mundial y en la estructura de la ONU aparece el Consejo de Seguridad con cinco miembros permanentes”, dicho eso Orejuela indicó que “ahí comenzamos nosotros a visualizar una organización de Naciones Unidas no democráticas, es decir, un concierto internacional de países capturado por cinco grandes potencias que intentan dirigir con su derecho al veto, que es lo más delicado, al dirigir asuntos de orden internacional”, alertó.
Señaló también que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es presa de inequidades, de desigualdades y de políticas desacertadas y, este sentido, mencionó casos en que el organismo mundial no tuvo un papel acertado, como la intervención en la península de Corea en la llamada guerra del 50 al 53, los conflictos como Vietnam, la intervención en Irak, la guerra de Bosnia Herzegovina, los acontecimientos en Afganistán, el genocidio de Ruanda y el caso palestino.
Además, recientemente, precisó el analista, la ONU “permite que se arme bajo su sombrero la llamada coalición de los dispuestos que destruyó absolutamente Siria y aniquiló monumentos históricos y memorísticos de la vida de la Humanidad”.
“La Asamblea (General de la ONU) aprueba una cosa, pero el derecho al veto de uno de los cinco miembros del Consejo de Seguridad, en este caso Estados Unidos, así lo determina”, criticó Orejuela.
Deploró también que la Asamblea General de las Naciones Unidas no pueda ejercer su papel de rector de la paz, con “discursos que lo que hacen es proclamar y reclamar y adorar la guerra”.
A su juicio, mientras siga la presente estructura de Naciones Unidas, su finalidad y su actuación se mantengan en esa línea, la Asamblea General solo será un foro de “denuncias, de pronunciamientos éticos”. Para revertir a este organismo burocratizado de nivel internacional, se requiere una política de democratización, que incluso permita ampliar el número de los miembros permanentes.
