Pobrecitos niños migrantes sufren abusos sexuales en EEUU
Cientos de funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense han cometido abusos sexuales contra los niños migrantes.
Según un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense (HHS, por sus siglas en inglés), esta agencia recibió 4556 denuncias de abusos sexuales contra los niños migrantes no acompañados en las instalaciones en la frontera con México entre 2014 y 2018.
“Es un entorno de agresión sexual sistémica cometida por parte del personal contra los menores no acompañados”, declaró ayer martes el representante demócrata de la Cámara Baja de EE.UU., Ted Deutch.
También la vocera del HHS, Caitlin Oakley, a su vez informó al respecto que la investigación acerca de lo sucedido empezará rápidamente y prometió que la agencia estadounidense se tomará en serio las denuncias mencionadas.
La vocera del Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos además señaló que se debe garantizar la seguridad de cada niño. “Estos son niños vulnerables en circunstancias difíciles”, añadió.
“Cuando se hacen acusaciones de abuso, abuso sexual o negligencia, se toman en serio y ORR (Oficina de Reasentamiento de Refugiados) actúa rápidamente para investigar y responde”, subrayó Oakley.
De acuerdo con el informe del HHS, los delitos por parte de funcionarios del Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos incluyeron relaciones con menores, contacto sexual no deseado y mostrar vídeos inadecuados a niños y adolescentes que estaban en su resguardo.
Este informe que enfatiza en abusos sexuales contra los niños no acompañados, se emitió después de que el pasado mes de enero el HHS difundió un reporte en el cual revela que la cifra total de niños migrantes separados de sus familias en la frontera con México podría ser mucho mayor de la que anunció la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, en un principio.
El Gobierno de Trump ha sido muy criticado, dentro y fuera de EE.UU., por su política de “tolerancia cero” frente a la inmigración irregular, que ha conducido a la separación de las familias sin papeles en la frontera con México. La política del inquilino de la Casa Blanca implica tratar como criminales a los indocumentados que entran al país.
También, el Gobierno de México por su parte ha tachado en reiteradas ocasiones de “acruel e inhumana” la separación de niños inmigrantes de sus familias, y denuncia que este hecho “claramente representa una violación de los derechos humanos”.