Estados Unidos y el paraíso del empleo en la era Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se cansa de repetir que la economía nacional marcha por el carril correcto pese a las preocupaciones de que una desaceleración mundial podría desencadenar una recesión dentro del país después de más de una década de crecimiento económico constante.

 

La ”vitrina” de Trump es el empleo, que según el Departamento de Trabajo mantuvo una tasa estable de 3,7 por ciento aunque en agosto se agregaron menos puestos de los esperados, 130 mil, en medio de una escalada de la guerra comercial con China y una desaceleración de la economía mundial.

 

El sector privado agregó sólo 96 mil de los 130 mil empleos ganados en agosto, y 25 mil de los nuevos trabajadores agregados el mes pasado fueron contratados a corto plazo para realizar el censo de 2020.

 

No obstante estos números, la estantería no es tan sólida como parece, pues a una gran parte de los trabajadores estadounidenses el salario no les alcanza y se ven obligados a tener más de un empleo para cubrir sus necesidades básicas y la de sus familiares.

 

Aun así Trump dice repetidamente que la economía bajo su supervisión es extraordinaria, más fuerte que nunca.

 

Sin embargo, una gran cantidad de datos recientes sugieren que la economía del magnate no tuvo un comportamiento diferente al de otras expansiones en esta etapa e incluso los mismos números indican que podría estar en declive.

 

Según organizaciones que siguen el tema, el crecimiento promedio mensual del empleo desde que Trump asumió el cargo fue de 193 mil, por debajo del promedio de 208 mil en el segundo mandato del expresidente Barack Obama.

 

La reciente revisión sitúa el promedio mensual de Trump en 177 mil. El magnate neoyorquino también asumió el cargo prometiendo eliminar la deuda nacional y reducir el déficit comercial. En cambio, ha ocurrido lo contrario, lo que indica que la mayoría de sus promesas son solo eso, promesas…

 

Retomando el tema del empleo, la tasa de 3,7 por ciento dista mucho de la realidad, algo que demuestra con datos Ana Kasparian, profesora de periodismo en la Universidad Estatal de California en Northridge.

 

En un artículo de opinión en el diario The Hill, Kasparian asegura que gran parte de la cobertura económica de los medios de comunicación fue complementaria a la de Donald Trump, y los periodistas repiten sus jactanciosas afirmaciones acerca de las bajas cifras de desempleo y de un mercado de valores en alza.

 

Los casi dos billones de dólares de Trump en recortes de impuestos para los ricos permitieron a los ejecutivos corporativos comprar acciones de sus propias acciones, lo que infló artificialmente el mercado. Pero eso no hace nada para mejorar la calidad de vida del estadounidense promedio, plantea.

 

En Estados Unidos, mientras que la tasa de desempleo parece baja, la tasa de subempleo es devastadoramente alta. Más estadounidenses están empleados en trabajos que no satisfacen sus necesidades financieras ni se alinean con sus habilidades.

 

Un estudio del Instituto de Política Económica indica que más del 11 por ciento de estas personas trabajan a tiempo parcial pero quieren un trabajo a tiempo completo o han buscado trabajo en el último año pero renunciaron a buscarlo activamente.

 

El sonido de esa trompeta no es escuchado por Trump. Por otra parte, en el segundo trimestre de 2019, el Índice de la escala de salarios encontró que los salarios reales en realidad cayeron un 0,8 por ciento en el último trimestre.

 

De hecho, gran parte de la actividad de consumo de la que se jacta la administración se financia a través de tarjetas de crédito y préstamos personales, asegura Kasparian.

 

Bajo la “pujante economía” del mandamás, los consumidores enfrentan una deuda récord de 14 billones de dólares, y el número sigue creciendo con el aumento de los costos de cuidado de niños, vivienda y universidad.

 

Ahora los estadounidenses tienen un billón de dólares más en deudas de consumo en comparación con el punto álgido de la última recesión. Con salarios estancados y costos crecientes, no es de extrañar que la Reserva Federal haya reportado recientemente que hubo un aumento preocupante en la morosidad de tarjetas de crédito y préstamos de autos.

 

Por otra parte, el desempleo entre las minorías aunque es inferior a la media histórica marca una notable diferencia. Así en las 10 ciudades de mayoría negra más grandes del país, por ejemplo, Baltimore, Atlanta y Nueva Orleans, que tienen gobiernos y poblaciones mayoritariamente negras, la brecha de empleo entre negros y blancos es una de las más grandes del país.

 

En Nueva Orleans y Atlanta, por ejemplo, las tasas de desempleo de los negros son más de cinco veces mayores que las de los blancos. Retomando la falsa imagen del empleo, recientes apuntes citados por el diario The New York Times, ilustran como muchas personas trabajan en más de un puesto para poder cubrir sus necesidades.

 

Esta el caso de Bridget Hughes, de 29 años, quien trabaja en un turno de día regular en un Burger King en Kansas City. Tres noches a la semana, también trabaja en el turno de noche en un McDonald's cercano.

 

Ella gana 10 dólares la hora en Burger King y 9.50 la hora en McDonald's y, junto con el trabajo de su esposo en una gasolinera, se las arreglan para alimentar a sus tres hijos y pagar el alquiler.

 

Las cifras ponen en duda el éxito de Trump. Más de ocho millones de personas - aproximadamente el cinco por ciento de todos los trabajadores- tenían más de un trabajo a la vez en julio, según los datos federales más recientes.

 

La economía ha estado creciendo por más de una década, pero sus vidas ofrecen un recordatorio de que no todos los estadounidenses están prosperando, solo los beneficiados por la bajas impositivas aprobadas por Trump. Esa si es la “vitrina”, la de los pudientes.

 

Por: Luis Beatón

Fuente: Al Mayadeen

 

Las opiniones y conclusiones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de ParsToday en español.

 

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