Francia arresta a 40 000 manifestantes pacíficos en solo dos años
Amnistía Internacional (AI) denuncia que Francia ha detenido en los dos últimos años a más de 40 000 personas que participaban en manifestaciones pacíficas.
La organización pro derechos humanos AI ha denunciado en un informe divulgado el martes el arresto en Francia de miles de manifestantes pacíficos, a quienes en diversas ocasiones se les ha multado, arrestado o incluso procesado.
En su estudio, la oenegé revela que las fuerzas de seguridad francesas han detenido a más de 40 000 personas entre 2018 y 2019, sustentándose “sobre la base de leyes vagas” que contemplan delitos como “desacato a funcionarios públicos”, “participación en un grupo con miras a cometer actos violentos” y “organización de protestas sin cumplir los requisitos de notificación”.
Tras anotar que en abril de 2019 entró en vigor una normativa que prohíbe cubrirse la cara en las manifestaciones, el informe resalta que solamente entre ese mes y octubre fueron detenidas 210 personas por llevar el rostro cubierto, a pesar de que muchas de estas personas se cubrían para protegerse de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad galas para dispersar a los participantes en dichas marchas.
“La participación en una protesta en Francia hoy conlleva el riesgo de exposición a gases lacrimógenos, balas de goma y otras armas peligrosas, recibir una multa, pasar uno o dos días en prisión preventiva, y enfrentar cargos criminales sin haber cometido actos violentos”, advierte el reporte.
La prohibición de cubrirse la cara ha afectado al desarrollo de las protestas en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, ya que las autoridades galas exigen al mismo tiempo que las personas no se cubran la cara en las manifestaciones y, a la vez, instan a los ciudadanos a llevar mascarilla en los espacios públicos.
Ante esa coyuntura, Amnistía Internacional acusa en su nota al Gobierno Francés de “armar el Derecho Penal” con “restricciones desproporcionadas a las reuniones públicas” en el contexto de la emergencia sanitaria con, por ejemplo, la prohibición de reuniones de más de diez personas, cuando incluso esos grupos son permitidos en el transporte público o en conciertos.
Desde 2018, Francia es escenario de protestas casi semanales, muchas protagonizadas por los llamados ‘chalecos amarillos’, un movimiento que surgió a finales de ese año en contra de la desigualdad social.
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