Suspensión de diálogos sobre estímulos genera indignación en EEUU
La economía de EE.UU. que había recibido ayuda gubernamental para paliar la pandemia, no parece poder seguir con el mismo ritmo.
El Gobierno de EE.UU. hace estragos para controlar la situación en tiempos de pandemia. La decisión del presidente Donald Trump de suspender las conversaciones entre republicanos y demócratas sobre un nuevo paquete de estímulos ha provocado indignación.
El golpe más duro de la decisión recae en más de 12 millones de estadounidenses en paro, que ya se enfrentaban a cada vez más dificultades para volver al trabajo.
Y no solo los desempleados sufren por su situación económica, sino muchos de los que tienen trabajo también se creen abandonados. Dicen no tener los estándares básicos para protegerse de la COVID-19.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cree que Trump se pone a sí mismo en primer lugar y no le importa el país. De lo contrario, al menos habría impulsado la inyección de recursos a la economía.
El presidente de la Reserva Federal, a su vez, hizo sonar la alarma sobre las perspectivas laborales para los desempleados. Sobre todo aquellos con bajos ingresos. Aseguró que la recuperación económica está ampliamente ligada a la aprobación de un paquete de estímulos.
La tasa de desempleo se ha reducido casi a la mitad desde un máximo cercano a 15 % en abril, justo después del ataque del coronavirus. Pero el repunte de los mercados laborales está perdiendo impulso. Uno de los signos es el número de desempleados de larga duración, es decir, aquellos que han estado sin trabajo durante 27 semanas o más, los cuales registraron el mayor salto en décadas el mes pasado, aumentando en 781 mil a 2,4 millones.
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