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¿Biden se sumará a los 7 presidentes de EE.UU. que, según la profecía Tecumsé, murieron durante su cargo por haber sido electos en años que son divisibles por 20?

En 1811, Tecumsé, gran guerrero de la tribu amerindia de los Shawnee, y sus hombres murieron al enfrentarse al mando militar de los colonizadores de Estados Unidos, dirigidos por William Henry Harrison, en la batalla de Tippecanoe, emplazamiento situado en el estado de Indiana, así comienza un artículo publicado recientemente en el portal medium.com.

A raíz de la muerte Tecumsé, defendiendo sus territorios de una agresiva expansión estadounidense hacia el oeste, que terminó en una terrible derrota para los nativos americanos, su hermano, Tenskwatawa, líder espiritual y religioso de su tribu, predijo la muerte de los venideros presidentes de EE.UU. electos en años que son divisibles por 20.

 “Les digo que Harrison morirá y cuando él muera ustedes recordarán la muerte de mi hermano Tecumsé. Ustedes creen que he perdido mis poderes, yo que hago que el sol se oscurezca y las pieles rojas dejen el aguardiente. Pero les digo que él morirá, y después de él, todo Gran Jefe escogido cada 20 años de ahí en adelante morirá, y cuando cada uno muera, que todos recuerden la muerte de nuestro pueblo”, sentenció Tenskwatawa.

Entre el mito y la realidad, lo cierto es que William Henry Harrison, quien asumió la Presidencia de EE.UU. en 1840, fue el primero en fallecer durante su cargo. Con su muerte a causa de una neumonía, se inauguró una larga tradición de mandatarios estadounidenses fallecidos mientras ejercían el poder.

Tras la muerte de Harrison, dos décadas después Abraham Lincoln, elegido en 1860, fue asesinado en el teatro Ford de Washington D.C. por un simpatizante de los sudistas, movimientos partidarios de los estados del sur en la guerra de Secesión estadounidense (1961-1965).

Abraham Lincoln, presidente 16.º de EE.UU. entre los años 1861 y 1865, años en el que fue asesinado.

James A. Garfield, presidente desde 1880 hasta su muerte un año después, fue también asesinado por un abogado al que había negado un cargo político.

En 1900, William McKinley fue elegido presidente por segundo mandato, pero solo duró un año al frente del país puesto que fue tiroteado por el anarquista Leon Czolgosz.

Warren G. Harding, presidente entre 1920 y 1923, también pereció al timón debido a un ataque cerebrovascular manteniendo viva la supuesta profecía.

Franklin D. Roosevelt sufrió una hemorragia cerebral todavía en el cargo y John F. Kennedy fue víctima del más célebre magnicidio del siglo XX, siendo elegidos en 1940 (tercer mandado) y 1960 respectivamente.

El presidente John F. Kennedy con su esposa, Jacqueline, y el gobernador de Texas John Connally en la limusina presidencial, minutos antes de los disparos que terminaron con la vida del dirigente demócrata en Dallas el 22 de noviembre de 1963.

Ronald Reagan, elegido en 1980, fue el primer presidente que esquivó la maldición de los 20 años. El 30 de marzo de 1981, Reagan recibió un disparo de John Hinckley, un hombre con problemas mentales que estaba obsesionado con la película “Taxi Driver” —donde el personaje protagonista coquetea con la posibilidad de atentar contra un senador— a su salida de una conferencia en el Washington Hilton Hotel en Washington D.C.

El presidente republicano sufrió una perforación en el pulmón, deteniéndose la bala a unos 2,5 cm del corazón, pero la pronta atención médica le permitió recuperarse rápidamente.

El siguiente mandatario que debía verse afectado por la profecía, George W. Bush, también completó sus dos mandatos sin perder la vida, pese a que en 2005 el georgiano Vladimir Arutyunian lanzó una granada contra él mientras daba un discurso en la Plaza de la Libertad en Tiflis, la capital de Georgia.

Ahora habrá que ver si el flamante presidente demócrata, Joe Biden, podrá sortear la profecía de Tecumsé y terminar sano y salvo su mandato que acaba de estrenar el pasado 20 de enero de 2021, tras haber sido elegido por los estadounidenses el 3 de enero de 2020.

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