Administración de Biden y revisión de lazos entre Washington y Riad
ParsToday - Arabia Saudí es un aliado clave de Estados Unidos en la región de Asia occidental y uno de los principales compradores de armas estadounidenses. A pesar de las cálidas relaciones entre el régimen saudí y la Administración Trump, el gobierno de Biden ahora busca revisar las relaciones entre Washington y Riad.
Parece que ha pasado el período pico de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí que existió durante la Presidencia de Donald Trump.
La Administración del presidente demócrata Joe Biden ha criticado abiertamente el historial de derechos humanos de Arabia Saudí, en línea con la práctica general de los demócratas que afirman defender cuestiones como los derechos humanos.
Las recientes declaraciones del nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, que planteó una vez más el tema del asesinato de Jamal Khashoggi, se considera un símbolo de este enfoque. Después del asesinato de Khashoggi, la administración Trump intentó deliberadamente ignorar el papel del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman en el asesinato de este periodista en el sentido de los intereses económicos y estratégicos de Estados Unidos.
Según el analista político alemán, Thomas Yager, Arabia Saudí tiene grandes beneficios para los occidentales, especialmente para Estados Unidos, por lo que el caso del asesinato de Khashoggi no puede dañar estas relaciones amistosas y lucrativas.
A pesar de las afirmaciones del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman que trata de presentarse como un símbolo de la reforma en el país, el enfoque del régimen saudí se basa en la tortura, la detención arbitraria, la desaparición forzada, el juicio injusto y el acoso de los activistas de derechos humanos en Arabia Saudí.
Otro tema que ha afectado el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí es la continuación de la brutal guerra de la coalición saudí-EAU contra Yemen.
Este conflicto, que comenzó en marzo de 2015, ha desembocado en decenas de miles de muertos y heridos y millones de desplazados yemeníes.
Los expertos de la ONU describen a Yemen como el escenario de la mayor crisis humanitaria del mundo.
Durante la administración de Trump, Estados Unidos proporcionó la mayor parte de la asistencia logística y de inteligencia, así como la venta de armas a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos para continuar la guerra de la coalición saudí en Yemen.
Con el fin de ayudar aún más a los saudíes y emiratíes, en los últimos días de su mandato, Trump anunció al movimiento yemení Ansarolá como una organización terrorista y le impuso sanciones a partir del 19 de enero de 2021.
Los regímenes saudí y emiratíes esperaban que Trump se quedara en la Casa Blanca otros cuatro años después de ganar las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020 y les ayudara a implementar sus planes regionales.
Pero ahora el sueño de los saudíes y emiratíes se ha visto frustrado. También no se descarta que la actual administración estadounidense, obteniendo mayores concesiones de Riad y Abu Dabi emprenda el enfoque anterior ante estos dos países e ignore sus afirmaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la defensa de la democracia ante sus aliados ricos.
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