Mar 17, 2021 13:28 UTC
  • EEUU continúa acusando a otros países de interferir en sus elecciones

ParsToday - En un nuevo informe publicado el martes, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. acusó a Irán y Rusia de intentar influir en las elecciones presidenciales de noviembre pasado en el país norteño, pero afirmó que China no desarrolló ninguna interferencia, aunque lo consideró.

En un informe de 15 páginas de dicha oficina, se lee: “El balance de la comunidad de inteligencia, publicado hoy, confirma lo que todos sabíamos hasta ahora, que consiste en que Rusia entró en acción para apoyar al expresidente Donald Trump y minar la confianza pública en el proceso electoral”.

El documento de inteligencia también incluye acusaciones contra Irán y China, afirmando que "las acciones de estos dos países fueron menos sistemáticas que las de Rusia y se llevaron a cabo en menor medida".

En línea con su enfoque de culpar a los demás, Estados Unidos busca acusar a los países rivales o adversarios de interferir en sus elecciones, mientras que el propio Washington tiene una larga historia de hacerlo con respecto a otros países. Estos esfuerzos han incluido intervención directa e indirecta en las elecciones de distintas formas.

Por ejemplo, se puede mencionar los esfuerzos subversivos, especialmente el lanzamiento de revoluciones de colores en ciertos países, así como golpes de Estado para colocar en el poder a gente títere.

Ahora también, la Administración de Joe Biden, con juego de culpas, busca una excusa para intensificar la presión sobre los países rivales y anti-Washington, tales como Rusia, Irán y China.

La cadena CNN citó a algunas autoridades del Gobierno de Biden informando que Washington impondrá sanciones la próxima semana a los tres países mencionados, por su supuesta interferencia en las pasadas elecciones estadounidenses.

Según el experto en asuntos políticos ruso Pavel Sharikov, el deterioro de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia se debe a que el "problema de Rusia" se ha convertido en un tema de la lucha política interna de la nación norteña.

Rusia ha estado expuesta en repetidas ocasiones a la interferencia abierta de EE.UU. en sus elecciones, como animar a la oposición a realizar protestas y mítines en respuesta a los resultados de las elecciones parlamentarias o presidenciales.

En algunas elecciones rusas recientes, Washington intervino directamente en una guerra propagandística y mediática contra el gobierno de Moscú y el presidente Vladimir Putin.

La última muestra de ello ha sido la aparente interferencia de Washington y Europa en apoyo de Alexei Navalny, líder de la oposición rusa, y su intento de liberarlo de la prisión.

Estas acciones se han realizado en el contexto de organizar una revolución de colores en Rusia.

En lo que a Irán se refiere, un vistazo al desempeño de Estados Unidos muestra que Washington, junto a Londres, jugó un papel directo en el golpe de Estado de 1953 contra el gobierno del entonces primer ministro Mohammad Mosadeq.

Tras la victoria de la Revolución Islámica de 1979, EE.UU., en el marco de una guerra propagandística y mediática, alentó repetidamente al pueblo iraní a no participar en las elecciones, cuestionó los resultados de distintos comicios, sobre todo las presidenciales de 2009, y animó al pueblo iraní a desobediencia civil y a protestar contra resultados electorales.

En cuanto a China, el gobierno de Estados Unidos ha intensificado su interferencia en los asuntos internos del gigante asiático, de manera que las actuales autoridades de Washington, además de referirse a Taiwán como un Estado, han critican las medidas de Pekín en Hong Kong y han amenazado con imponerle nuevas sanciones.

Todo lo arriba mencionado refleja el enfoque de culpar a los demás de Estados Unidos. Es decir, Washington, que ha tenido la mayor interferencia en otros países desde la Segunda Guerra Mundial, acusa a los países rivales y adversarios de entrometerse en su política interna.

C/FE/RH

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