Revelan presiones de EEUU para deportar migrantes a Ucrania, Ruanda y Uzbekistán
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Revelan presiones de EEUU para deportar migrantes a Ucrania, Ruanda y Uzbekistán
Pars Today – Documentos confidenciales filtrados por el periódico The Washington Post revelan que el gobierno de Trump intentó, en un esfuerzo sin precedentes, presionar a países en conflicto como Ucrania y gobiernos africanos vulnerables como Ruanda para que aceptaran migrantes deportados desde Estados Unidos. Este plan incluía tanto incentivos económicos como amenazas políticas.
Según documentos analizados por el Washington Post, desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2024, el gobierno de Donald Trump ha iniciado un agresivo plan de deportación de migrantes ilegales solicitando a varios países incluyendo Ucrania, Ruanda y Uzbekistán que acepten a ciudadanos de terceros países.
Pars Today, citando a la agencia de noticias estudiantil iraní ISNA, dijo que la solicitud de Estados Unidos a Ucrania —actualmente en guerra con Rusia— recibió una fría respuesta por parte de Kiev. Las autoridades ucranianas señalaron que este tema ni siquiera se ha discutido a alto nivel gubernamental.
Sin embargo, los documentos revelan que Washington ha utilizado como palanca su ayuda militar para presionar a Ucrania.
Ruanda, un país con un historial deficiente en materia de derechos humanos, aceptó recibir 100 000 dólares por cada migrante iraquí, y se comprometió a acoger a 10 personas más. Este acuerdo evidencia la disposición de Ruanda para alinearse con las políticas migratorias de Trump.
En cuanto a Uzbekistán, Estados Unidos ha utilizado este país como base de tránsito para deportar migrantes rusos y bielorrusos. Aunque inicialmente las autoridades uzbekas no mostraron resistencia, existen preocupaciones sobre las consecuencias políticas de este acuerdo.
Documentos también revelan que el gobierno de Trump ha utilizado tanto amenazas económicas como la imposición de aranceles a Panamá como incentivos financieros incluyendo ayuda a El Salvador para persuadir a otros países a cooperar.
Yael Schacher, experta en migración, sostiene que estas políticas alcanzaron niveles sin precedentes durante el gobierno de Trump, explotando a naciones "vulnerables o dependientes" para avanzar en los objetivos migratorios de EE.UU.
En definitiva, las políticas migratorias de Trump no solo han impactado las relaciones diplomáticas estadounidenses, sino que se han convertido en un instrumento de presión política y económica contra otros países.
Otros documentos revisados por el Washington Post revelaron que las autoridades estadounidenses también mantuvieron conversaciones con el gobierno de Georgia en las primeras semanas del regreso de Trump a Washington, sobre la posibilidad de aceptar migrantes de terceros países. Sin embargo, no se especificó si estas negociaciones llegaron a algún acuerdo concreto.